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Juan 8:48 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Los judíos respondieron: ―Tenemos razón al decir que eres samaritano, y que estás endemoniado.

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Biblia Reina Valera 1960

Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

—¡Samaritano endemoniado! —replicó la gente—. ¿No veníamos diciendo que estabas poseído por un demonio?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los judíos le replicaron: 'Tenemos razón en decir que eres un samaritano y que estás poseído por un demonio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Respondieron los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros que tú eres samaritano y tienes demonio?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Los judíos le respondieron: '¿No decimos con razón que tú eres samaritano y que estás endemoniado?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y que tienes demonio?

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Juan 8:48
18 Tagairtí Cros  

El Señor, el Redentor y Santo de Israel dice a aquel que es despreciado, rechazado de la humanidad y que yace bajo la planta de los gobernantes del mundo: Los reyes se mantendrán reverentes cuando tú pases, los príncipes te harán profunda reverencia porque el Señor te ha elegido y cumplirá lo que promete.


Todos lo despreciaron y lo rechazaron. Fue un hombre marcado por el dolor y habituado al más amargo sufrimiento. Todos evitábamos mirarlo, lo ignorábamos y lo considerábamos como harapo pisoteado en el camino.


Es suficiente para el discípulo ser como su maestro y para el siervo como su señor. Y si a mí, que soy como el padre de familia, me llaman Beelzebú, ¿qué no les dirán a ustedes?


A estos doce Jesús los envió y les dio las siguientes instrucciones: «No vayan a los que no son judíos ni a los samaritanos.


»Vino Juan el Bautista, que no toma vino ni come mucho, y ustedes dicen que está endemoniado.


Al oír tales exclamaciones, los fariseos dijeron: «Al contrario, este hombre expulsa demonios en el nombre de Beelzebú, príncipe de los demonios».


Cualquier blasfemia o cualquier otro pecado le será perdonado a la gente; pero el que ofenda al Espíritu Santo no tendrá perdón.


¡Hipócritas! Bien dijo de ustedes el Profeta Isaías:


Los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y ayudantes del templo para que le preguntaran a Juan quién era él. Esto es lo que Juan les respondió:


Muchos decían: «Este tiene un demonio, y está loco. ¿Por qué le hacen caso?».


Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen la verdad porque lo soy.


Pero como los judíos no se llevaban bien con los samaritanos, la mujer le respondió: ―¿Cómo se te ocurre pedirme agua, si tú eres judío y yo soy samaritana?


La gente le contestó: ―Estás endemoniado. ¿Quién te quiere matar?


Los judíos decían: «¿Será que está pensando suicidarse, y por eso dice que a donde él va nosotros no podemos ir?».


Los judíos dijeron: ―Ahora estamos seguros de que estás endemoniado. Abraham murió y también los profetas, pero tú dices que si alguno obedece tu palabra, nunca morirá.


Ni siquiera Cristo trató de complacerse. Como está escrito: «Los insultos de quienes te ofendían cayeron sobre mí».


Por eso, salgamos a encontrarnos con él fuera del campamento, compartamos la deshonra que él sufrió,


Tú crees que hay un solo Dios. ¡Qué bien! Pero también los demonios lo creen, y tiemblan.