La gente estaba maravillada. «¡Quizás Jesús es el Hijo de David!» —exclamaban.
Juan 7:31 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Aun así, muchos de los que estaban entre la multitud creyeron en él, y decían: «Cuando venga el Cristo, ¿acaso va a hacer más señales milagrosas que este hombre?». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y muchos de la multitud creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que este hace? Biblia Nueva Traducción Viviente De las multitudes presentes en el templo, muchos creyeron en él. «Después de todo —decían—, ¿acaso esperan que el Mesías haga más señales milagrosas que las que hizo este hombre?». Biblia Católica (Latinoamericana) De todos modos, muchos del pueblo creyeron en él y decían: 'Cuando venga el Mesías, ¿hará más señales milagrosas que este hombre?' La Biblia Textual 3a Edicion Pero muchos de la multitud creyeron en Él y decían: Cuando venga el Mesías, ¿hará acaso más señales que las que éste hizo?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entre el pueblo, hubo muchos que creyeron en él y que decían: 'Cuando llegue el Cristo, ¿acaso hará más señales de las que ha hecho éste?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y muchos del pueblo creyeron en Él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más milagros que los que Éste ha hecho? |
La gente estaba maravillada. «¡Quizás Jesús es el Hijo de David!» —exclamaban.
La que cayó sobre las piedras representa a los que oyen la palabra y la reciben con alegría, pero como no tienen raíz, creen por un tiempo y después se apartan cuando llega la prueba.
Muchos de los judíos que estaban visitando a María y vieron lo que Jesús hizo, creyeron en él.
pues por su causa, muchos se apartaban de los judíos y creían en Jesús.
Sin embargo, muchos de los judíos, y hasta algunos de sus jefes, creyeron en él, pero no lo decían porque tenían miedo que los fariseos los expulsaran de la sinagoga.
Jesús hizo esta señal, que fue la primera, en Caná de Galilea. Así dio a conocer su gloria; y sus discípulos creyeron en él.
Este fue una noche a visitar a Jesús y le dijo: ―Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie puede hacer las señales milagrosas que tú haces si Dios no está con él.
―Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Cristo?
Muchos de los samaritanos que vivían en ese pueblo creyeron en Jesús por las palabras que les dijo la mujer: «Me ha dicho todo lo que he hecho».
Mucha gente lo seguía, porque veía las señales milagrosas que él hacía en los enfermos.
Ahí está, hablando ante los ojos de todo mundo y nadie le dice nada. ¿Será que las autoridades se convencieron de que es el Cristo?
Algunos fariseos decían: «Ese hombre no viene de parte Dios, porque no respeta el sábado». Pero otros decían: «¿Cómo puede un pecador hacer señales milagrosas como esta?». Y no llegaban a ningún acuerdo entre ellos.
Simón también creyó, recibió el bautismo y se dedicó a seguir a Felipe a dondequiera que este iba, maravillado por los milagros que realizaba.
Así como el cuerpo sin espíritu está muerto, la fe sin acciones está muerta.