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Juan 2:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

11 Jesús hizo esta señal, que fue la primera, en Caná de Galilea. Así dio a conocer su gloria; y sus discípulos creyeron en él.

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Biblia Reina Valera 1960

11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Esta señal milagrosa en Caná de Galilea marcó la primera vez que Jesús reveló su gloria. Y sus discípulos creyeron en él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Esta señal milagrosa fue la primera, y Jesús la hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Este principio de las señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en Él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Ésta es la primera de las señales que Jesús realizó en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.

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Juan 2:11
43 Tagairtí Cros  

―Ahora sé ciertamente que tú eres un profeta —le dijo ella— y que todo lo que tú dices viene de parte del Señor.


Bendito sea su glorioso nombre para siempre. ¡Que toda la tierra esté llena de su gloria! ¡Amén y amén!


Publiquen por toda la tierra sus gloriosos hechos, Hablen con todos de las admirables obras que hace.


Cuando los israelitas vieron el gran milagro que el Señor había hecho por ellos contra los egipcios, temieron al Señor, y creyeron en él y en su siervo Moisés.


Si no aceptan el segundo, toma agua del Nilo y derrámala en tierra seca. Tan pronto el agua caiga al suelo, se convertirá en sangre.


¡Adelante, pues; come, bebe y alégrate; pues Dios ya se ha agradado de tus obras!


¡La humanidad entera contemplará la gloria del Señor! El Señor lo ha dicho y se cumplirá.


Si no cambian su conducta y le dan la importancia que merece mi gran fama, yo enviaré un castigo terrible sobre ustedes, y en vez de darles bendición, como me gustaría hacerlo, me volveré contra ustedes con toda clase de males. Por cierto, ya los he maldecido, porque ustedes no han tomado en serio las cosas que para mí son importantes, dice el Señor.


Y la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos visto su gloria, la gloria que le pertenece al Hijo único del Padre, en el que abundan el amor y la verdad.


Por medio de Moisés recibimos la ley mientras que por medio de Jesucristo recibimos el amor y la verdad.


Al día siguiente, Jesús decidió ir a Galilea. Allí se encontró con Felipe y le dijo: ―Sígueme.


―¿Lo crees sólo porque te dije que te vi cuando estabas debajo de la higuera? Pues vas a ver cosas más grandes que estas. Y siguió diciendo:


Mucha gente iba a verlo y decían: «Juan nunca hizo ninguna señal milagrosa, pero todo lo que dijo de este hombre era verdad».


y me alegro de no haber estado allí, para que por medio de esto ustedes crean. Vamos a verlo.


Entonces, los jefes de los sacerdotes y los fariseos reunieron al Consejo. Y dijeron: ―¿Qué vamos a hacer? Este hombre está haciendo muchas señales milagrosas.


Por eso mucha gente que se enteró de que Jesús había hecho esa señal milagrosa le salió al encuentro.


Jesús había hecho muchas señales milagrosas en presencia de ellos, y a pesar de eso, todavía no creían en él.


Isaías dijo esto porque vio la gloria de Jesús y habló de él.


Todo lo que ustedes pidan en mi nombre, yo lo haré; así el Padre será glorificado en el Hijo.


porque el Padre mismo los ama. Él los ama porque me aman y han creído que yo vengo de parte de Dios.


»Ya nos damos cuenta de que sabes todas las cosas, y que no hay necesidad de que nadie te haga preguntas. Por eso creemos que saliste de Dios».


Tres días más tarde hubo una boda en el pueblo de Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.


Mientras Jesús estaba en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en él porque vieron las señales milagrosas que hacía.


Este fue una noche a visitar a Jesús y le dijo: ―Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie puede hacer las señales milagrosas que tú haces si Dios no está con él.


Cuando Jesús se enteró, salió de Judea y regresó a Galilea.


Depués volvió Jesús a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había allí un importante funcionario real que tenía a su hijo enfermo en Capernaúm.


Esta fue la segunda señal que hizo Jesús en Galilea, después de volver de Judea.


para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que se niega a honrar al Hijo, tampoco honra al Padre que lo envió.


Al darse cuenta de la señal milagrosa que Jesús realizó, la gente comenzó a decir: ―No cabe duda de que este es el profeta que tenía que venir al mundo.


Mucha gente lo seguía, porque veía las señales milagrosas que él hacía en los enfermos.


Jesús les respondió: ―La verdad es que ustedes me buscan, no porque han visto señales milagrosas sino porque comieron hasta llenarse.


Ellos insistieron: ―¿Qué señal milagrosa harás para que al verla te creamos? ¿Qué puedes hacer?


Aun así, muchos de los que estaban entre la multitud creyeron en él, y decían: «Cuando venga el Cristo, ¿acaso va a hacer más señales milagrosas que este hombre?».


Algunos fariseos decían: «Ese hombre no viene de parte Dios, porque no respeta el sábado». Pero otros decían: «¿Cómo puede un pecador hacer señales milagrosas como esta?». Y no llegaban a ningún acuerdo entre ellos.


Así que todos nosotros, con el rostro descubierto, reflejamos la gloria del Señor como si fuéramos espejos. Y el Espíritu del Señor nos va transformando de gloria en gloria, y cada vez nos parecemos más a él.


Pues nuestros pequeños y pasajeros sufrimientos producen una gloria eterna más grande y abundante.


Porque Dios, que dijo: «Resplandezca la luz en las tinieblas», hizo brillar su luz en nuestros corazones y nos ha hecho comprender que es el resplandor de su gloria lo que brilla en el rostro de Cristo.


y me rogaron: “Hoy nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza; hemos oído su voz desde el centro del fuego. Ahora sabemos que una persona puede oír a Dios y no morir;


A ustedes, que creen en el Hijo de Dios, les he escrito sobre estas cosas para que sepan que tienen la vida eterna.


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