¡Dios vive! Alaben al que es mi gran roca. ¡Exaltado sea Dios mi Salvador!
Juan 6:57 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Yo vivo por el Padre viviente que me envió; por eso, el que come de mí, vivirá por mí. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Biblia Nueva Traducción Viviente Yo vivo gracias al Padre viviente que me envió; de igual manera, todo el que se alimente de mí vivirá gracias a mí. Biblia Católica (Latinoamericana) Como el Padre, que es vida, me envió y yo vivo por el Padre, así quien me come vivirá por mí. La Biblia Textual 3a Edicion Como me envió el Padre viviente, y Yo vivo del Padre, de igual modo el que me mastica, también él vivirá de mí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Lo mismo que el Padre que me ha enviado vive, y yo vivo por el Padre, así también el que me come vivirá por mí. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, así el que me come, él también vivirá por mí. |
¡Dios vive! Alaben al que es mi gran roca. ¡Exaltado sea Dios mi Salvador!
¡Pero el Señor es el único Dios verdadero, el Dios que está vivo y da vida, el Rey siempre poderoso! ¡Es tan poderoso que toda la tierra tiembla cuando él se enoja, el mundo prefiere esconderse cuando sabe que está enojado!
―¡Tú eres el Cristo, el Mesías, el Hijo del Dios viviente! —respondió Simón Pedro.
Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes sí me verán. Y porque yo vivo, también ustedes vivirán.
Jesús le contestó: ―Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar al Padre si no es por mí.
Te ruego que todos estén unidos. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
El Padre tiene vida en sí mismo y ha permitido que el Hijo tenga también vida en sí mismo,
Jesús les respondió: ―La obra que Dios exige es que crean en aquel a quien él envió.
Yo he venido del cielo a cumplir la voluntad del que me envió y no la mía.
Morimos porque tenemos parentesco con Adán, pero viviremos por estar unidos a Cristo.
Dicen las Escrituras que el primer Adán se convirtió en un ser viviente; pero el postrer Adán, Cristo, es un Espíritu que da vida.
Su débil cuerpo humano murió en la cruz, pero ahora vive por el poder de Dios. Nosotros también, al igual que él lo era, somos débiles; pero ahora, unidos a él, vivimos y tenemos el poder de Dios para tratar con ustedes.
Estoy crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí. Y esta vida que ahora tengo la vivo por mi fe en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó por mí.
pues todos cuentan lo bien que ustedes nos recibieron y cómo dejaron los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero.
Y si esto es así, ¡la sangre de Cristo es todavía mejor! Pues por medio del Espíritu eterno, Cristo se ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio sin mancha para purificar nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, para que sirvamos al Dios viviente.
Dios nos demostró su amor enviando a su único Hijo a este perverso mundo para darnos vida eterna por medio de su muerte.