Pero cuando se las sirvió, él no quiso comer. ―¡Salgan todos de aquí! —ordenó a sus servidores. Cuando todos salieron,
Juan 3:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Todo el que hace lo malo odia la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus malas acciones se descubran. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Biblia Nueva Traducción Viviente Todos los que hacen el mal odian la luz y se niegan a acercarse a ella porque temen que sus pecados queden al descubierto, Biblia Católica (Latinoamericana) Pues el que obra el mal odia la luz y no va a la luz, no sea que sus obras malas sean descubiertas y condenadas. La Biblia Textual 3a Edicion Porque todo el que practica lo malo, aborrece la luz, y no viene a la luz, para que sus obras no sean expuestas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues todo el que obra el mal odia la luz y no se acerca a la luz, para que no se descubra la maldad de sus obras. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprobadas. |
Pero cuando se las sirvió, él no quiso comer. ―¡Salgan todos de aquí! —ordenó a sus servidores. Cuando todos salieron,
Sí, aquí hay uno —dijo el rey Acab—, pero yo lo odio, porque jamás me profetiza algo bueno, sino todo lo malo. Su nombre es Micaías hijo de Imlá. ―¡Vamos! —respondió Josafat—. No digas tal cosa.
Luego ella se levantó en la noche y tomó a mi hijo mientras yo dormía, y puso su hijo muerto en mis brazos, y el mío lo llevó a dormir con ella.
El burlón no ama a quien lo corrige, ni busca la compañía de los sabios.
El que guiña el ojo planea hacer lo malo; el que se muerde los labios ya lo llevó a cabo.
La senda de los justos se parece a los primeros rayos de luz del amanecer, que brillan cada vez más hasta que es pleno día.
Y dirás: «¡Cómo pude despreciar la corrección! ¡Cómo pudo mi corazón rechazar los consejos!
Están bien instalados en su mundo de mentiras, ahí se sienten como en su propia casa y de plano rehúsan acudir a mí, dice el Señor.
Un maestro de la ley le dijo: ―Maestro, cuando dices todo esto también a nosotros nos insultas.
En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea que obedece a Dios en lo que hace».
A ustedes el mundo no los odia, pero a mí sí me odia, porque yo les muestro que sus obras son malas.