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Juan 15:27 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Y ustedes también hablarán acerca de mí porque han estado conmigo desde el principio.

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Biblia Reina Valera 1960

Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

y también ustedes deben dar testimonio de mí porque han estado conmigo desde el principio de mi ministerio.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Y ustedes también darán testimonio de mí, pues han estado conmigo desde el principio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

y vosotros también sois testigos, porque estáis conmigo desde un principio.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.'

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y vosotros también daréis testimonio, porque habéis estado conmigo desde el principio.

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Juan 15:27
21 Tagairtí Cros  

Este es el principio de la buena noticia de Jesús el Mesías, el Hijo de Dios.


Ustedes son testigos de estas cosas.


El que dice esto es el que lo vio, y lo que dice es verdad. Él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean.


Este es el mismo discípulo que ha dicho todas estas cosas, y que las escribió. Y sabemos que lo que él dice es verdad.


Sin embargo, cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes recibirán poder para ser mis testigos no sólo en Jerusalén, sino también en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.


Y muchos de los hombres que lo habían acompañado a Jerusalén desde Galilea, lo vieron varias veces. Y aquellos hombres ahora son sus testigos ante el pueblo.


Después que Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, se dedicó por entero a predicar la palabra y a testificar entre los judíos que Jesús era el Mesías.


A la noche siguiente, el Señor se le apareció a Pablo y le dijo: ―Ánimo. De la misma manera que has hablado de mí en Jerusalén, hablarás en Roma.


y mataron al autor de la vida. Pero Dios le devolvió la vida; de ello nosotros somos testigos.


No podemos dejar de hablar de las maravillas que vimos y que escuchamos.


Y con gran poder predicaban los apóstoles acerca de la resurrección del Señor, y Dios les dio abundante gracia.


Les ruego a los ancianos, yo, que también soy anciano como ellos y testigo de los sufrimientos de Cristo, y que tendré junto con ellos parte en la gloria de Cristo,


Silvano, a quien considero un hermano fiel, me ha ayudado a escribir esta breve carta. Les escribo para aconsejarlos y para que estén seguros de que este es el verdadero amor de Dios. Manténganse firmes en ese amor.


Además, con nuestros propios ojos vimos, y ahora lo proclamamos a los cuatro vientos, que Dios envió a su Hijo para ser el Salvador del mundo.


Juan puso por escrito la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo, y narró con veracidad todo lo que vio y oyó.


Yo, Juan, hermano de ustedes y compañero en el sufrimiento, en el reino y en la fortaleza que nos da Jesucristo, un día del Señor estaba en la isla de Patmos, a donde me habían desterrado por predicar la palabra de Dios y contar lo que sé de Jesucristo. Entonces quedé bajo el poder del Espíritu y escuché detrás de mí una voz que, estridente como toque de trompeta,