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Hechos 3:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

15 y mataron al autor de la vida. Pero Dios le devolvió la vida; de ello nosotros somos testigos.

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Biblia Reina Valera 1960

15 y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Ustedes mataron al autor de la vida, pero Dios lo levantó de los muertos. ¡Y nosotros somos testigos de ese hecho!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Mataron al Señor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios resucitó de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 al paso que disteis muerte al autor de la vida, a quien Dios resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.

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Hechos 3:15
29 Tagairtí Cros  

Ustedes son testigos de estas cosas.


En él estaba la vida, y la vida era también la luz de la humanidad.


Yo les doy vida eterna y jamás perecerán ni nadie podrá arrebatármelas de la mano.


Jesús le contestó: ―Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar al Padre si no es por mí.


Pues tú le has dado autoridad sobre todas las personas para que él les dé vida eterna a todos los que le diste.


Jesús le contestó: ―Si supieras lo que Dios puede darte y quién es el que te está pidiendo agua, serías tú la que le pediría agua a él y él te daría agua que da vida.


pero el que beba del agua que yo le dé, no volverá a tener sed jamás, porque dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.


El Padre tiene vida en sí mismo y ha permitido que el Hijo tenga también vida en sí mismo,


Es necesario que seleccionemos a alguien que haya estado con nosotros desde que Juan bautizó al Señor hasta que este ascendió al cielo. Así, junto con nosotros, será testigo de su resurrección».


Pero Dios lo soltó de los horrores de la muerte y le devolvió la vida, porque la muerte no podía mantenerlo bajo su dominio por siempre.


»Dios ha resucitado a Jesús y nosotros mismos somos testigos de ello.


enojados porque esos dos apóstoles estaban enseñando al pueblo y proclamando que en Jesús quedaba demostrada la resurrección de entre los muertos.


Luego, con su gran poder, lo exaltó como Príncipe y Salvador, para que el pueblo de Israel se vuelva a Dios y alcance el perdón de sus pecados.


Dicen las Escrituras que el primer Adán se convirtió en un ser viviente; pero el postrer Adán, Cristo, es un Espíritu que da vida.


con que Dios levantó a Cristo de entre los muertos y lo sentó a su derecha en la gloria.


Mantengamos fija la mirada en Jesús, pues de él viene nuestra fe y él es quien la perfecciona. Él, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz y no le dio importancia a la vergüenza que eso significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.


Así que, convenía que Dios, quien todo lo creó para gloria suya, permitiera los sufrimientos de Jesús para que de esa manera pudiera llevar a la gloria a muchos hijos.


Y habiendo sido perfeccionado de esa manera, llegó a ser el autor de la salvación eterna de todos los que lo obedecen.


pero sabemos que Cristo, el Hijo de Dios, vino a ayudarnos a hallar y entender al Dios verdadero. Ahora estamos en Dios, porque estamos en su Hijo Jesucristo, que es también Dios verdadero y la vida eterna.


»¡Hecho está! ¡Yo soy la A y la Z, el principio y el fin! ¡Al sediento le daré a beber gratuitamente del manantial del agua de la vida!


Luego el ángel me mostró un río de agua de vida, transparente como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero


El Espíritu y la Esposa dicen: «Ven». Y el que oye también diga: «Ven». Y el que tenga sed, venga; y el que quiera, beba gratuitamente del agua de la vida.


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