Dentro del pectoral pondrás el urim y el tumim, para que Aarón los lleve junto a su corazón cuando entre en la presencia del Señor. De esta manera llevará siempre, junto a su corazón, el urim y el tumim que le servirán para impartir justicia.
Juan 11:51 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero él no dijo esto por su propia cuenta, sino que, como era el sumo sacerdote ese año, profetizó que Jesús moriría por la nación judía. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; Biblia Nueva Traducción Viviente No dijo eso por su propia cuenta; como sumo sacerdote en aquel tiempo, fue guiado a profetizar que Jesús moriría por toda la nación. Biblia Católica (Latinoamericana) Estas palabras de Caifás no venían de sí mismo, sino que, como era sumo sacerdote aquel año, profetizó en aquel momento; Jesús iba a morir por la nación;' La Biblia Textual 3a Edicion Pero esto no lo dijo por sí mismo, sino que, siendo sumo sacerdote de aquel año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero esto no lo dijo por su cuenta; sino que, como era sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y esto no lo dijo de sí mismo; sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; |
Dentro del pectoral pondrás el urim y el tumim, para que Aarón los lleve junto a su corazón cuando entre en la presencia del Señor. De esta manera llevará siempre, junto a su corazón, el urim y el tumim que le servirán para impartir justicia.
Después de las sesenta y dos semanas, se quedarán sin nada y quitarán la vida al jefe elegido por Dios. Jerusalén y el templo serán destruidos por la gente de un rey que vendrá. El fin vendrá como una inundación, y la destrucción se acabará sólo cuando se acabe la guerra.
Entonces el Señor hizo que la burra hablara: ―¿Qué te he hecho; que me has castigado tres veces? —preguntó.
que estaba ocupando la llanura y ordenado según sus tribus. Entonces el Espíritu del Señor vino sobre Balán,
Recuerden que yo, el Hijo del hombre, no vine para que me sirvan, sino para servir y dar mi vida en rescate de muchos.
así como el Padre me conoce a mí y yo lo conozco a él, y doy mi vida por las ovejas.
Uno de ellos, llamado Caifás, que ese año era el sumo sacerdote, les dijo: ―¡Ustedes de verdad que no saben nada!
Lo llevaron primero ante Anás, que era suegro de Caifás, el sumo sacerdote ese año.
Si tengo el don de profecía y sé absolutamente de todo, y no tengo amor, no soy nada. Y si tengo una fe tan grande que puedo hacer que los montes cambien de lugar, de nada me servirá sin amor.
Dios tomó a Cristo, que no tenía pecado, y puso sobre él nuestros pecados, para declararnos justos por medio de Cristo.
Cristo nos redimió de la maldición de la ley, tomando sobre sí mismo la maldición por amor a nosotros. Porque dicen las Escrituras que es «maldito el que es colgado en un madero».
Cristo mismo llevó en su cuerpo nuestros pecados a la cruz, para que muramos al pecado y llevemos una vida justa. Cristo fue herido para que ustedes fueran sanados.
Porque Cristo murió por los pecados una vez y para siempre, el justo por los injustos, para llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida.
Él es el sacrificio que fue ofrecido por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
Pero David se enteró del plan de Saúl y le dijo a Abiatar el sacerdote que trajera el efod para consultar al Señor.
y consultó al Señor sobre lo que debía hacer. Pero el Señor no le contestó ni por sueños, ni por urim, ni por profetas.