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Juan 11:33 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Jesús, al ver llorar a María y a los judíos que la acompañaban, se conmovió mucho y se turbó.

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Biblia Reina Valera 1960

Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando Jesús la vio llorando y vio a la gente lamentándose con ella, se enojó en su interior y se conmovió profundamente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Al ver Jesús el llanto de María y de todos los judíos que estaban con ella, su espíritu se conmovió profundamente y se turbó.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Jesús entonces, cuando la vio llorando, y a los judíos que habían llegado con ella, se conmovió profundamente en su espíritu, y se turbó,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Jesús, al ver que ella lloraba y que también lloraban los judíos que habían venido con ella, se estremeció profundamente y se conmovió.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que habían venido con ella, también llorando, se conmovió en espíritu y se turbó,

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Juan 11:33
15 Tagairtí Cros  

Jesús, mirándolos con una mezcla de enojo y tristeza por la indiferencia que mostraban, le dijo al hombre: ―Extiende la mano. Y al extenderla, se le sanó.


―¡Oh generación incrédula! —les respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo he de soportarlos? Traigan acá al muchacho.


Por eso muchos judíos habían ido a casa de Marta y María, para consolarlas por la muerte de su hermano.


Los judíos que estaban en la casa consolando a María, al ver que se levantaba y salía de prisa, la siguieron. Ellos pensaban que iba al sepulcro a llorar.


Él les preguntó: ―¿Dónde lo sepultaron? Ellos le respondieron: ―Ven a verlo, Señor.


Jesús, conmovido una vez más, se acercó al sepulcro. Era una cueva que tenía tapada la entrada con una piedra.


»En este momento estoy lleno de angustia, ¿y por eso voy a decir: “Padre, sálvame de este sufrimiento”? ¡Si para eso he venido!


Después de decir esto, Jesús se llenó de angustia y dijo: ―Les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar.


Si alguien se alegra, alégrense con él; si alguien está triste, acompáñenlo en su tristeza.


Nuestro sumo sacerdote entiende nuestras debilidades, porque él mismo experimentó nuestras tentaciones, si bien es cierto que nunca cometió pecado.