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Jonás 1:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Entonces los marineros decidieron echar suertes para descubrir quién era el culpable de que les estuviera pasando esa desgracia. ¡Y la mala suerte señaló a Jonás!

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Biblia Reina Valera 1960

Y dijeron cada uno a su compañero: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces la tripulación echó suertes para ver quién había ofendido a los dioses y causado tan terrible tempestad. Cuando lo hicieron, la suerte señaló a Jonás como el culpable.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Después se dijeron unos a otros: 'Echemos suertes para saber quién nos trajo ese mal. Echaron suertes y la suerte cayó en Jonás.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Luego cada uno dijo a su compañero: ¡Venid, echemos suertes para saber por culpa de quién nos ha sobrevenido este mal! Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Luego propusieron: 'Vamos a echar suertes y sabremos por causa de quién nos viene esta desgracia'. Echaron suertes y le tocó a Jonás.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dijeron cada uno a su compañero: Venid, y echemos suertes, para saber por quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás.

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Jonás 1:7
18 Tagairtí Cros  

Para determinar el momento más propicio para la acción, echó suertes. Lo hizo en el mes primero, es decir, en el mes de Nisán, del año doce del reinado de Asuero, y se decidió, según las suertes, que la matanza debía llevarse a cabo en el mes doce, que es el mes de Adar.


Le he dicho a Dios: No te limites a condenarme: dime por qué lo haces.


se reparten entre ellos mis vestidos; juegan a los dados por mi ropa.


Se puede echar suertes, pero el Señor es quien decide el resultado.


»Pero si no cumplen lo que han prometido, pecarán contra el Señor, y pagarán las consecuencias.


Una vez clavado en la cruz, los soldados echaron suertes para repartirse su ropa,


Luego destruyó siete naciones de Canaán y le dio a Israel aquel territorio como herencia.


Por eso, no se precipiten a sacar conclusiones sobre si alguien es buen siervo o no. Esperen a que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en la oscuridad, y pondrá al descubierto las intenciones del corazón. Cuando ese momento llegue, cada uno recibirá de Dios la alabanza que merezca.


Pero el Señor le dijo a Josué: ―Levántate, ¿por qué estás postrado?