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Jeremías 9:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Convertiré a Jerusalén en un montón de casas ruinosas, en guarida de chacales. Ciudades fantasmas serán las de Judá, sin nadie que habite en ellas.

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Biblia Reina Valera 1960

Reduciré a Jerusalén a un montón de ruinas, morada de chacales; y convertiré las ciudades de Judá en desolación en que no quede morador.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«Haré de Jerusalén un montón de ruinas —dice el Señor—, y será un lugar frecuentado por chacales. Las ciudades de Judá serán abandonadas, y nadie vivirá en ellas».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¿Quién es bastante sabio para comprender estos acontecimientos? ¿A quién se lo ha dicho la boca de Yavé para que lo publique? ¿Por qué el país está perdido, incendiado como el desierto, por donde nadie pasa?

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La Biblia Textual 3a Edicion

Reduciré Jerusalem a montones de escombros, La convertiré en cubil de chacales, Y a las ciudades de Judá en desolación sin habitante.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¿Quién es tan sabio que entienda esto? ¿A quién habló la boca de Yahveh, que pueda explicarlo? ¿Por qué el país se ha perdido, está abrasado como el desierto, sin que nadie pase?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y convertiré a Jerusalén en un montón de ruinas, en guarida de dragones; y de las ciudades de Judá haré asolamiento, que no quede morador.

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Jeremías 9:11
32 Tagairtí Cros  

Delante de sus amigos y de los oficiales del ejército samaritano, dijo: ―¿Qué hace ese grupito de judíos pobres y débiles? ¿Piensan que se les permitirá reconstruir, para que vuelvan a ofrecer sus sacrificios? ¿Acaso creen que ese trabajo lo pueden terminar en un día? ¡Miren las piedras calcinadas que están sacando de la basura para volverlas a usar!


Quien sea sabio, que entiende estas cosas y vea el gran amor del Señor.


Sin embargo, nos castigas en inhóspito desierto y nos envías las tinieblas y la muerte.


¡Oh Dios, tu tierra ha sido conquistada por naciones paganas! Tu templo está profanado y Jerusalén es un montón de ruinas.


Hienas y chacales tendrán su guarida en sus palacios. Contados están los días de Babilonia, pronto será el día de su caída.


Tú conviertes en ruinas las grandes ciudades. Las más firmes fortalezas son transformadas en escombros. Hermosos palacios en lejanas tierras desaparecen y jamás son reconstruidos.


Espinos cubrirán sus palacios y ortigas crecerán en sus fuertes, y se convertirá en guarida de chacales y hogar de avestruces.


Pero lo que mis profetas dicen, eso hago. Si dicen que Jerusalén será librada y las ciudades de Judá volverán a ser habitadas, así será.


Yo llamo a los ejércitos de los países del norte para que se lancen sobre Jerusalén y la rodeen con sus ejércitos, y que hagan lo mismo con todas las demás ciudades de Judá.


¡Oigan, escuchen el terrible escándalo que producen los ejércitos que vienen desde el norte! Las ciudades de Judá quedarán convertidas en guaridas de chacales.


Y cuando digas estas cosas al pueblo y te pregunten: «¿Por qué ha decidido el Señor tan terribles males contra nosotros?, ¿qué hemos hecho para merecerlo?, ¿cuál es nuestra conducta errónea contra el Señor Dios nuestro?»,


Todo este país se convertirá en un arenal desolado; todo mundo quedará con la boca abierta de asombro ante el desastre que les llegará. Durante setenta años Israel y las naciones vecinas servirán al rey de Babilonia.


Fui a Jerusalén y a las ciudades de Judá, y sus reyes y príncipes bebieron de la copa, de modo que desde entonces han estado en desolación, detestados y maldecidos, hasta el día de hoy.


―Esa es una decisión correcta, pues ya en el pasado, cuando Miqueas, el de Moréset, profetizó en tiempo del reinado de Ezequías de Judá, y comunicó al pueblo que Dios decía: “Este monte será arado como si fuera un campo de labranza y esta ciudad de Jerusalén será convertida en montones de piedra, y en su cumbre habrá sólo un matorral, en donde hoy está el gran templo”.


¿Qué derecho tienes para decir que el Señor destruirá este templo como hizo con el de Siló? ¿Qué es eso de que Jerusalén será destruida y nadie se salvará?


Volveré a llamar a los ejércitos de Babilonia que lucharán contra esta ciudad, la tomarán y la incendiarán. Y yo me encargaré de que las ciudades de Judá sean totalmente destruidas y queden desoladas, sin persona viva.


Y todo esto como cumplimiento de una decisión del Señor. ¡Menos mal que él decidió que al menos quedará con vida un pequeño grupo del pueblo!


El Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: Ustedes vieron lo que les hice a Jerusalén y a todas las ciudades de Judá. Como consecuencia de sus actos de maldad yacen ahora en ruinas y cenizas, sin persona viva. Pues mi cólera se descargó contra ellas porque adoraron a otros dioses, «dioses» que ni ellos ni ustedes ni ninguno de sus antepasados conoció jamás.


Jazor se convertirá en morada de alimañas del desierto. Jamás volverá a morar nadie allí. Para siempre sólo será un montón de ruinas.


pues contra Babilonia se lanzará desde el norte una nación que la arrasará de tal modo que nadie volverá a vivir en ella jamás. No quedará nada: habitantes y bestias saldrán huyendo.


y Babilonia se convertirá en un montón de ruinas, refugio de chacales, espantoso e increíble espectáculo, motivo de burla y vergüenza, sin persona viva.


¿No hay remedio en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué no hace Dios algo? ¿Por qué no nos brinda su auxilio?


Los caminos que conducen a Jerusalén están muy tristes, pues no hay quien venga con alegría a celebrar las fiestas del templo. Las puertas de acceso a la ciudad están desportilladas, sus sacerdotes gimotean, las jóvenes afligidas y Jerusalén sufren amargamente.


El Señor destruyó sin piedad todas las casas de Israel. En su ira derribó las fortalezas de la capital de Judá. Echó por tierra tanto el reino como a sus príncipes.


Estamos llenos de temor pues estamos atrapados, desolados y destruidos.


Sí, yo desolaré su tierra, y sus enemigos vivirán en ella, y se asombrarán de lo que yo haya hecho.


Por lo tanto, toda la ciudad de Samaria será derribada y se convertirá en un montón de ruinas, se verá después del castigo como si fuera un campo arado para plantar viñas. El Señor destruirá sus murallas y sus fortalezas defensivas; dejará al descubierto sus cimientos, y las piedras con las que fueron construidas serán arrancadas y esparcidas por el valle.


Por eso, por culpa de ustedes, profetas falsos, Jerusalén será arada como si fuera un potrero y se convertirá en un montón de ruinas, y la montaña donde se asienta el templo se llenará de maleza como cualquier ruina abandonada.


»¡Pero bien que fuiste muy fiel obedeciendo los perversos mandamientos del malvado rey Omrí! El único ejemplo que sigues es el del igualmente malvado Acab. Por eso te destruiré, te haré el hazmerreír del mundo; todo el que te vea se burlará de ti».


Verán que toda la tierra es azufre y sal, desierta y calcinada, sin cultivar, tierra que no produce, ni siquiera hierba, como las de Sodoma y Gomorra, Admá y Zeboyín, que el Señor destruyó en medio de su ira.


y con voz potente gritó: «¡Ya cayó, ya cayó la gran Babilonia! Babilonia se ha convertido en guarida de demonios, en antro de espíritus inmundos y en nido de toda ave impura y odiosa,