Por eso esperaba yo que me viniera lo bueno, pero me vino lo malo. Esperaba la luz y vinieron las tinieblas.
Jeremías 8:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Esperábamos paz, y paz no hubo; buscábamos salud, y sólo hallamos desgracia». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Esperamos paz, y no hubo bien; día de curación, y he aquí turbación. Biblia Nueva Traducción Viviente Esperábamos paz, pero la paz no llegó; esperábamos tiempos de sanidad, pero solo encontramos terror”. Biblia Católica (Latinoamericana) Esperábamos la paz, y ninguna cosa buena ha llegado; el tiempo de la curación, y se presenta el miedo. La Biblia Textual 3a Edicion Esperábamos la paz, y no hubo bien alguno; Tiempo de sanidad, y he aquí el terror. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Esperábamos la paz, y no ha habido bien alguno; el tiempo de curación, y nos viene el terror. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de sanidad, y he aquí turbación. |
Por eso esperaba yo que me viniera lo bueno, pero me vino lo malo. Esperaba la luz y vinieron las tinieblas.
Ejércitos destructores saquean la tierra. El Señor se vale de ellos como si fueran una espada y con ella causa gran destrozo. ¡No hay donde ocultarse de la destrucción; nadie escapará!
«¡Oh Señor!», clamará el pueblo, «¿has rechazado por completo a Judá? ¿Aborreces a Jerusalén? ¿Tendremos de nuevo paz cuando pase el castigo? Nosotros pensábamos: Ahora por fin el Señor nos sanará y vendará nuestras heridas. Pero la paz no llegó y sólo reinan por todos lados la desesperación y el terror.
(Entonces protesté yo: «¡Pero Señor, el pueblo ha sido engañado por lo que tú dijiste, pues le prometiste que vivirían en paz! ¡Y sin embargo, ahora mismo el enemigo tiene la espada lista para matarlos!»).
¡No salgan a los campos! ¡No viajen por los caminos! Porque el enemigo está rondando por todas partes, listo para la matanza. ¡Hay terror en cada rincón!
Recetan medicina inútil para las dolorosas heridas de mi pueblo, pues le aseguran que todo va bien cuando es totalmente lo contrario.
Porque ha llegado el tiempo del asolamiento de Israel. Pedirás paz, pero no la obtendrás.
El pueblo de Marot en vano anhela días mejores; sólo amargura les espera porque el Señor ha extendido su castigo hasta alcanzar a Jerusalén.
Cuando la gente esté diciendo: «Hay paz y seguridad», entonces, de repente vendrá sobre ellos la destrucción. Llegará como le llegan a la mujer embarazada los dolores de parto. No habrá forma de que escapen.