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Jeremías 6:25 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

25 ¡No salgan a los campos! ¡No viajen por los caminos! Porque el enemigo está rondando por todas partes, listo para la matanza. ¡Hay terror en cada rincón!

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Biblia Reina Valera 1960

25 No salgas al campo, ni andes por el camino; porque espada de enemigo y temor hay por todas partes.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 ¡No salgan a los campos! ¡No viajen por los caminos! ¡La espada del enemigo está por todos lados, y nos aterroriza a cada paso!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 No salgan al campo, ni anden por los caminos, porque allí está la espada del enemigo: ¡terror por todos los lados!

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 No salgáis al campo, ni andéis por el camino, Pues allí está la espada del enemigo, Y hay terrores por doquier.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 No salgáis al campo, no andéis por el camino, pues la espada del enemigo está ahí: terror por todas partes.

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Jeremías 6:25
20 Tagairtí Cros  

En sus tiempos de rebelión contra Dios no había paz, y los problemas causaban molestias a la nación por todas partes. El crimen iba en aumento.


Razón tiene para temer; su enemigo está por darle alcance.


Son muchos los rumores que he oído acerca de mí, y estoy rodeado de terror. Se han confabulado contra mí mis enemigos, porque traman quitarme la vida.


Pero si continúan volviéndome las espaldas y negándose a escucharme, morirán a manos de sus enemigos. Yo, el Señor, se los aseguro.


Si salgo a los campos, allí están los cuerpos de los muertos caídos por las heridas de las espadas enemigas; y si ando por las calles, allí están tirados los muertos que causaron el hambre y la enfermedad. Y sin embargo, los profetas y sacerdotes por igual se encargaron de viajar por todo el país afirmando a diestra y siniestra de que todo andaba bien, hablando de cosas que ignoraban por completo.


Sin embargo, por todos lados los oigo murmurar sus amenazas y tengo miedo. «Te vamos a acusar», dicen. Hasta los que eran mis amigos me vigilan, esperando que cometa un error fatal. «Él solo se meterá en la trampa», dicen, «y entonces lo atraparemos y nos vengaremos de él».


«¿Dónde hallaremos paz?» claman. «No hay sino miedo y temblor».


(Entonces protesté yo: «¡Pero Señor, el pueblo ha sido engañado por lo que tú dijiste, pues le prometiste que vivirían en paz! ¡Y sin embargo, ahora mismo el enemigo tiene la espada lista para matarlos!»).


Grítenle a la gente de Jerusalén y Judea que den la alarma por todo el país y se comunique por todos lados: «¡Huyan para salvarse! ¡Refúgiense en los edificios más seguros de cada ciudad!».


¡Pero vean lo que acontece! El ejército egipcio huye atemorizado; los más valerosos de sus soldados corren sin volver la mirada. Sí, el terror los rodeará por todos lados, dice el Señor.


Sus rebaños y las tiendas donde habitan serán tomados como botín, dice el Señor, junto con todas sus demás posesiones. Se llevarán también sus camellos y en torno sólo habrá gritos de pánico: «¡Estamos sitiados y condenados!». Incluso a la ciudad se le llamará «Lugar donde vive el miedo».


Pero mira, sobre ti desencadenaré desastres y te llenarás de miedo, dice el Señor de los ejércitos, porque todos tus vecinos te echarán de tu tierra y no habrá quien ayude a tus exiliados cuando huyan.


Entonces el pueblo dirá: «¿Para qué esperar a morir aquí? Vengan, vamos a las ciudades protegidas y perezcamos allá. Porque el Señor Dios nuestro nos ha condenado a muerte y nos ha dado a beber copa de veneno por todas nuestras maldades.


Esperábamos paz, y paz no hubo; buscábamos salud, y sólo hallamos desgracia».


¡Has traído el terror de todas partes, como si lo trajeras a una fiesta! En el día de tu ira, Señor, nadie ha escapado ni quedado con vida. El enemigo ha matado a todos los niños y niñas que yo crie y eduqué.


Y yo aplaudiré al ritmo de la matanza, dice el Señor, y así calmaré mi gran cólera”».


Estarán vestidos de saco en señal de penitencia, y el horror y la vergüenza estarán marcados en sus rostros; traerán rapada la cabeza en señal de dolor y remordimiento.


Llegarán sobre ti días en que tus enemigos harán un muro y te rodearán, y te atacarán por todos lados.


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