Hoy comienza tu trabajo: prevenir a las naciones y a los pueblos del mundo. De acuerdo con mis palabras, expresadas por tu boca, yo derribaré a unos y los destruiré, y plantaré y cuidaré a otros, los fortaleceré y los engrandeceré.
Jeremías 18:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Siempre que anuncie yo que una nación ha de ser tomada y destruida, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 En un instante hablaré contra pueblos y contra reinos, para arrancar, y derribar, y destruir. Biblia Nueva Traducción Viviente Si anuncio que voy a desarraigar, a derribar y a destruir a cierta nación o a cierto reino, Biblia Católica (Latinoamericana) A veces yo hablo respecto de algún reino o de alguna nación, amenazando con destruir y arrancar. La Biblia Textual 3a Edicion Si en un momento hablo contra una nación o reino para desarraigarlo, destruirlo y arruinarlo; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Unas veces determino con respecto a una nación o a un reino, arrancar, arrasar y destruir; Biblia Reina Valera Gómez (2023) En un instante hablaré acerca de una nación, o de un reino, para arrancar y derribar y destruir. |
Hoy comienza tu trabajo: prevenir a las naciones y a los pueblos del mundo. De acuerdo con mis palabras, expresadas por tu boca, yo derribaré a unos y los destruiré, y plantaré y cuidaré a otros, los fortaleceré y los engrandeceré.
Porque tal vez escuchen y se detengan de hacer tantas maldades y entonces pueda yo aguantarme de darles el castigo que se merecen por sus malas acciones.
En tiempos pasados con mucho empeño arruiné y dañé a la nación pero ahora la reedificaré cuidadosamente.
Quédense en esta tierra. Si así hacen, yo los bendeciré y nadie les hará daño, porque me duele todo lo que he tenido que castigarlos.
Pero dile esto a Baruc: El Señor dice: Destruiré a esta nación que edifiqué, arrasaré lo que establecí.
Y cuando yo le digo a la persona impía que morirá, pero se arrepiente de sus maldades y hace lo que es justo y cabal,
Pero cuando esté en la cumbre de su poder, su reino acabará y será repartido en cuatro partes. Este reino no pasará a sus descendientes, ni tampoco tendrá el poder que tuvo, porque quedará dividido y otros gobernarán en su lugar.
»Mis ojos están observando a Israel, esa nación tan inclinada a la maldad; por lo que veo, exterminaré a sus habitantes, los descendientes de Jacob; aunque dejaré a algunos de ellos con vida. Lo ha dicho el Señor.
Cuando Dios vio que los ninivitas estaban dispuestos a dejar su mala conducta, decidió no destruirlos como había planeado.
Cuando entró Jonás el primer día a la ciudad y comenzó a predicar, el pueblo se arrepintió de sus malas obras. Jonás pregonaba con voz potente el mensaje de Dios: «¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!». Los ninivitas creyeron el mensaje que Dios les enviaba y decidieron ayunar. Desde el más encumbrado hasta el más pobre se vistieron con ropas de luto, es decir, con ropa áspera y tosca, en señal de arrepentimiento.