Cuando Jacob oyó que José había llegado, reunió todas sus fuerzas y se sentó en la cama y le dijo:
Génesis 48:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Poco tiempo después de esto, José recibió la noticia de que su padre estaba enfermo. Entonces, tomó a sus dos hijos, Manasés y Efraín, y fue a visitarlo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Sucedió después de estas cosas que dijeron a José: He aquí tu padre está enfermo. Y él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín. Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día, no mucho tiempo después, le avisaron a José: «A tu padre ya le queda muy poco tiempo de vida». Entonces José fue a visitarlo, y llevó con él a sus dos hijos, Manasés y Efraín. Biblia Católica (Latinoamericana) Algún tiempo después, avisaron a José de que su padre estaba enfermo. Tomó entonces con él a sus dos hijos, Manasés y Efraím, La Biblia Textual 3a Edicion Después de estos sucesos, se le avisó a José: Mira, tu padre está grave. Entonces él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después de estos sucesos, informaron a José: 'Mira, tu padre está enfermo'. José tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sucedió que después de estas cosas, le dijeron a José: He aquí tu padre está enfermo. Y él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín. |
Cuando Jacob oyó que José había llegado, reunió todas sus fuerzas y se sentó en la cama y le dijo:
»A tus dos hijos, Efraín y Manasés, que te nacieron antes de que yo llegara a esta tierra, los adopto como hijos míos. Ellos recibirán parte de mi herencia tal como lo harán Rubén y Simeón.
vio nacer los hijos de Efraín hasta la tercera generación. También alcanzó a cargar en sus rodillas a los hijos de Maquir, el hijo de Manasés.
Cuando Eliseo enfermó de muerte, el rey Joás, de Israel, lo visitó y, echándose sobre él, se puso a llorar, y exclamó: ―¡Padre mío, padre mío! ¡Carro de Israel y su guía!
Después Eliseo murió, y fue sepultado. En aquellos días, algunas bandas de delincuentes moabitas hacían incursiones en la tierra cada primavera. Una vez, unos hombres estaban sepultando a un amigo, pero al ver a esas bandas tuvieron miedo y arrojaron el cadáver en la tumba de Eliseo. Y en cuanto el cuerpo tocó los huesos de Eliseo, el hombre resucitó y se puso de pie.
Job vivió ciento cuarenta años después de esto, y llegó a ver a sus nietos, y también a sus bisnietos.
Las dos hermanas le enviaron este mensaje a Jesús: «Señor, tu amigo querido está enfermo».
Por la fe, Jacob, cuando ya estaba a punto de morir, bendijo a cada uno de los hijos de José y, apoyándose en la punta de su bastón, adoró.