Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Génesis 40:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

―¿Qué les pasa? ¿Por qué están tan tristes? —les preguntó.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y él preguntó a aquellos oficiales de Faraón, que estaban con él en la prisión de la casa de su señor, diciendo: ¿Por qué parecen hoy mal vuestros semblantes?

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

—¿Por qué se ven tan preocupados hoy? —les preguntó.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Preguntó entonces a esos oficiales de Faraón que estaban con él en la prisión: '¿Por qué amanecieron con tan mala cara?'

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Preguntó pues a aquellos oficiales de Faraón que estaban con él en la prisión de la casa de su señor, diciendo: ¿Por qué causa están hoy tristes vuestros semblantes?

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

y preguntó a los eunucos del Faraón, arrestados con él en la casa de su señor: '¿Por qué tenéis ese semblante preocupado?'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y preguntó a los oficiales de Faraón, que estaban con él en la prisión de la casa de su señor, diciendo: ¿Por qué estáis tan tristes hoy?

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Génesis 40:7
7 Tagairtí Cros  

A la mañana siguiente José los notó tristes y deprimidos.


Entonces los echó a la cárcel por tres días.


Un día Jonadab dijo a Amnón: ―¿Qué te pasa, pues cada día te ves más desmejorado? ¡No pareciera que fueras hijo del rey! ―Estoy enamorado de Tamar, mi medio hermana —le respondió Amnón.


y él me preguntó: ―¿Por qué estás tan triste? ¿No estarás enfermo? Tu cara revela que tienes alguna preocupación. Hasta entonces yo siempre me había mostrado alegre delante de él. Sentí un gran temor,


Él les preguntó: ―¿De qué vienen hablando por el camino? Se detuvieron; tenían los rostros embargados de tristeza.


―¿Y lo preguntan? —replicó Micaías—. Se han robado mis dioses y mi sacerdote, y nada me han dejado.


«¿Qué pasa, Ana? —le preguntaba Elcaná—, ¿por qué no comes? ¿Por qué te afliges tanto por no tener hijos? ¿No es mejor tenerme a mí que tener diez hijos?».