No importa que la dote que pidan sea muy alta, yo la pagaré. Pero, ¡denme a la muchacha por esposa!
Génesis 34:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Los hermanos de Dina entonces les mintieron a Siquén y a Jamor, pues les respondieron con engaños. Hicieron esto en venganza por lo que Siquén le había hecho a Dina. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero respondieron los hijos de Jacob a Siquem y a Hamor su padre con palabras engañosas, por cuanto había amancillado a Dina su hermana. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero como Siquem había deshonrado a la hermana de ellos, Dina, los hijos de Jacob respondieron con engaño a Siquem y a Hamor, su padre. Biblia Católica (Latinoamericana) Los hijos de Jacob respondieron a Siquem y a su padre Hamor. Les hablaron con engaño, porque Siquem había deshonrado a Dina, su hermana, y les dijeron: La Biblia Textual 3a Edicion Los hijos de Jacob respondieron con doblez a Siquem y a Hamor su padre, pues había violado° a su hermana Dina. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los hijos de Jacob respondieron dolosamente a Siquén y a su padre Jamor, por haber deshonrado aquél a su hermana Dina. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y respondieron los hijos de Jacob a Siquem y a Hamor su padre con palabras engañosas, por cuanto él había amancillado a Dina su hermana. |
No importa que la dote que pidan sea muy alta, yo la pagaré. Pero, ¡denme a la muchacha por esposa!
Así que les dijeron: ―A nosotros no nos está permitido entregarle nuestra hermana a un hombre que no está circuncidado. ¡Eso sería una deshonra para nosotros!
Porque ustedes lo malinterpretan todo. Son doctores que no saben lo que hacen.
¿Seguirán mintiendo, en nombre de Dios, cuando él ni siquiera una vez ha dicho las palabras que ustedes ponen en su boca?
Se mienten unos a otros, hablando con labios aduladores; ya no hay sinceridad.
Los malvados quedan atrapados en sus propias palabras mentirosas, pero el justo se libra de ese aprieto.
conocemos nuestra desobediencia, hemos negado al Señor Dios nuestro. Sabemos lo rebeldes e injustos que somos, pues minuciosamente tramamos nuestras mentiras.
Ya no hay gente honrada en este país. ¡Ya no queda en este país ni una sola persona que practique la justicia! Son todas homicidas, que se vuelven contra sus propios familiares. ¡Unos a otros buscan hacerse daño!
a cambio de que dijeran que se habían robado el cuerpo de Jesús cuando ellos se quedaron dormidos.
Queridos hermanos, nunca tomen venganza sino déjensela a Dios, porque así está escrito: «A mí me corresponde vengarme. Yo le daré su pago a cada quien, dice el Señor».
Asegúrense de que ninguno pague mal por mal. Al contrario, procuren siempre hacer el bien, no sólo entre ustedes sino también a todos los demás.
Sansón estaba furioso: ―No puedes culparme por lo que ahora va a ocurrir —le dijo.