Por último, pasaron a las montañas de Seír y derrotaron a los horeos, a quienes persiguieron hasta El Parán, que está cerca del desierto.
Génesis 32:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Jacob envió mensajeros a su hermano Esaú en Edom, que está en la tierra de Seír. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su hermano, a la tierra de Seir, campo de Edom. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jacob envió mensajeros por delante a su hermano Esaú, quien vivía en la región de Seir, en la tierra de Edom. Biblia Católica (Latinoamericana) Al verlos dijo Jacob: 'Este es un campamento de Dios', y por eso llamó a aquel lugar Majanaim. La Biblia Textual 3a Edicion Y envió Jacob mensajeros delante de sí a su hermano Esaú, a la tierra de Seír, al campo de Edom, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo Jacob al verlos: 'Esto es el campamento de Dios', y llamó a aquel lugar Majanáin. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su hermano, a la tierra de Seir, campo de Edom. |
Por último, pasaron a las montañas de Seír y derrotaron a los horeos, a quienes persiguieron hasta El Parán, que está cerca del desierto.
y le dijo: ―Hombre, ¡estoy muerto de hambre! ¡Por favor, dame un poco de ese guiso rojo! (Por eso, a Esaú también se le conoció con el nombre de Edom, que significa rojo).
¡Te suplico que me libres del furor de mi hermano Esaú! Tengo miedo, un miedo terrible de que él venga a matarme, y mate también a estas mujeres y a sus hijos.
El temor y la angustia se apoderaron de Jacob. Dividió la familia, los rebaños, las reses y los camellos en dos grupos;
Ve tú adelante. Nosotros iremos detrás de ustedes, al paso de los niños y del ganado. Nos encontraremos en Seír.
Pero Abner hijo de Ner, jefe del ejército de Saúl, se llevó a Isboset hijo de Saúl a Majanayin.
Entonces Eliseo oró: «Señor, ábrele los ojos a mi criado para que vea». Y el Señor le abrió los ojos al criado y este vio que estaban rodeados de caballos y carros de fuego. ¡No estaban solos en la montaña!
A continuación está el registro de los hombres de guerra que se unieron a David en Hebrón. Estaban ansiosos de que David llegara a ser rey en lugar de Saúl, tal como el Señor había dicho que ocurriría.
¡Qué bellos son tus pies en las sandalias!, princesa mía. Tus torneados muslos son joyas, obra del más excelso artífice.
Este es el mensaje de Dios para Edom: Alguien de entre ustedes continuamente me llama: «Guarda, ¿qué de la noche? Guarda, ¿qué de la noche? ¿Cuánto tiempo falta?».
El Señor de los ejércitos dice: ¿Qué se hicieron todos tus sabios del pasado? ¿No quedó ni uno en todo Temán? ¿No hay nadie que pueda dar un consejo prudente?
Presten atención a lo que el Señor Todopoderoso dice: «Yo enviaré a mi mensajero delante de mí, para que me prepare el camino. Entonces el Señor, a quien buscan, vendrá repentinamente a su templo. Sí, vendrá primero el mensajero que anuncia la alianza de Dios, a quienes ustedes desean».
Envió por delante mensajeros, que fueron a un pueblo samaritano para prepararle alojamiento.
Las palabras fueron pronunciadas el primer día del mes undécimo; habían pasado cuarenta años desde el momento en que el pueblo de Israel dejó el monte Horeb (aunque el viaje a pie desde el monte Horeb hasta Cades Barnea normalmente solo dura once días, siguiendo la vía del monte Seír).
El Señor igualmente había ayudado a los descendientes de Esaú en el monte Seír destruyendo a los horeos que vivían allí antes que ellos.
No presenten batalla. Yo les he dado a ellos el monte Seír como posesión permanente, y no les daré a ustedes nada que les pertenezca a ellos.
Su territorio se extendía por el norte desde Majanayin, incluyendo todo Basán, el antiguo reino de Og y las sesenta ciudades de Yaír en Basán.
Los hijos que a Isaac le di fueron Jacob y Esaú. A Esaú le di el territorio que queda alrededor del monte Seír, mientras que Jacob y sus hijos entraron en Egipto.