El negocio se hizo en presencia de los hititas y de todos los que entraban a la ciudad.
Génesis 23:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Efrón el hitita, que estaba sentado entre sus familiares, le contestó a Abraham públicamente delante de ellos y de todos los que entraban a la ciudad: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Este Efrón estaba entre los hijos de Het; y respondió Efrón heteo a Abraham, en presencia de los hijos de Het, de todos los que entraban por la puerta de su ciudad, diciendo: Biblia Nueva Traducción Viviente Efrón estaba sentado allí entre los demás y respondió a Abraham mientras los demás escuchaban. Habló públicamente delante de todos los ancianos hititas de la ciudad. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Efrón, que estaba sentado entre los hititas presentes, le respondió de manera que todos lo oyeran: La Biblia Textual 3a Edicion Y Efrón habitaba en medio de los hijos de Het. Y respondió Efrón el heteo a Abraham, a oídos de los hijos de Het, y de todos los que entraban por la puerta de su ciudad, diciendo: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Efrón estaba sentado entre los hijos de Het. Respondió Efrón, el hitita, a Abrahán, de modo que los hijos de Het y todos los que entraban por la puerta de su ciudad, lo oyeron, diciéndole: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Este Efrón se hallaba entre los hijos de Het: y respondió Efrón heteo a Abraham, en oídos de los hijos de Het, de todos los que entraban por la puerta de su ciudad, diciendo: |
El negocio se hizo en presencia de los hititas y de todos los que entraban a la ciudad.
que, por favor, me venda la cueva de Macpela, que queda al final de su campo. Por supuesto, le pagaré lo que vale, y la usaré como sepultura para mi familia.
Tomó diez camellos de su amo, y los cargó con muchos regalos, de las mejores cosas que Abraham tenía, y se fue hacia el pueblo de Najor en Aram Najarayin.
Así que Jamor y Siquén regresaron a la ciudad y se presentaron ante el concejo de la ciudad para hacer su petición.
Todos los hombres estuvieron de acuerdo, de modo que se circuncidaron.
»Aquellos eran los tiempos en que yo salía a la puerta de la ciudad y tomaba mi sitio entre los ancianos honorables.
El Señor dará a sus jueces anhelo de justicia y a sus soldados gran valor para que peleen hasta el último hombre defendiendo sus puertas.
Jesús se subió de nuevo a la barca y regresó a la ciudad donde residía.
Y todo el pueblo que estaba de pie allí, y los testigos respondieron: ―Somos testigos. Que el Señor haga que esta mujer que ha venido a formar parte de tu hogar, sea tan fértil como Raquel y Lea, de quienes desciende toda la nación de Israel. Que seas poderoso y de renombre en Belén;