Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Rut 4:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

11 Y todo el pueblo que estaba de pie allí, y los testigos respondieron: ―Somos testigos. Que el Señor haga que esta mujer que ha venido a formar parte de tu hogar, sea tan fértil como Raquel y Lea, de quienes desciende toda la nación de Israel. Que seas poderoso y de renombre en Belén;

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

11 Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos: Testigos somos. Jehová haga a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y tú seas ilustre en Efrata, y seas de renombre en Belén.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Entonces los ancianos y toda la gente que estaba en la puerta respondieron: —¡Somos testigos! ¡Que el Señor haga que esta mujer que va a ser parte de tu hogar sea como Raquel y Lea, de quienes descendió toda la nación de Israel! Que prosperes en Efrata y que seas famoso en Belén.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Todos los que se encontraban allí dijeron: 'En efecto, nosotros somos testigos. Los ancianos, por su parte, agregaron: '¡Que Yavé te conceda que tu mujer sea como Raquel y Lía, las dos que dieron origen a la familia de Israel! ¡Que seas poderoso en Efrata y famoso en Belén!'

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

11 Y todos los del pueblo que estaban en la puerta, juntamente con los ancianos, dijeron: ¡Testigos somos! ¡YHVH te conceda que la mujer que va a entrar en tu casa sea como Raquel y como Lea, las cuales edificaron la casa de Israel, y te hagas fuerte en Efrata, y tu nombre sea famoso en Bet-léhem,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Dijeron entonces toda la gente que había en la puerta y los ancianos: 'Somos testigos. Y conceda Yahveh a la mujer que entra en tu casa llegar a ser como Raquel y como Lía, las dos que edificaron la casa de Israel. Hazte poderoso en Efratá y cobra renombre en Belén.

Féach an chaibidil Cóip




Rut 4:11
24 Tagairtí Cros  

Efrón el hitita, que estaba sentado entre sus familiares, le contestó a Abraham públicamente delante de ellos y de todos los que entraban a la ciudad:


y la despidieron con esta bendición: «Hermana nuestra: ¡que seas madre de millones de hijos! ¡Que tu descendencia conquiste las ciudades de sus enemigos!».


Ahora bien, Labán tenía dos hijas: Lea, la mayor, y Raquel, la menor.


Al levantarse en la mañana, Jacob descubrió que era Lea con quien había dormido. Por eso, fue donde Labán y le reclamó: ―¿Qué clase de engaño es este? ¿Acaso no trabajé siete años para que me dieras a Raquel? ¿Qué es lo que pretendes al engañarme de este modo?


De modo que Lea quedó embarazada y tuvo un hijo al que llamó Rubén, porque dijo: «El Señor ha visto mi sufrimiento; ahora sí me amará mi marido».


Los hijos de Lea: Rubén, que es el hijo mayor de Jacob, Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón.


Los hijos de Raquel: José y Benjamín.


Entonces escribió una carta en nombre de Acab, le puso el sello y la envió a los dirigentes de Jezrel, la ciudad en que vivía Nabot.


Salmá, padre de Belén, y Jaref, padre de Bet Gader.


En Efrata oímos hablar del cofre; dimos con él en los campos de Yagar.


La mujer sabia construye su casa; la necia la destruye con sus propias manos.


Su esposo es bien conocido en la comunidad, pues se sienta entre las autoridades de la ciudad.


Firmé y sellé el documento de la compra ante testigos, pesé la plata y le pagué.


Pero tú, Belén Efrata, aunque eres sólo un pequeño pueblo de Judá, serás el lugar de donde nacerá el rey que gobernará a Israel. Este rey pertenece a una familia muy antigua y su linaje se remonta hasta tiempos muy lejanos.


»“Y tú, Belén, que estás en Judá, no eres la menos importante de Judá, porque de ti saldrá un caudillo que guiará a mi pueblo Israel”».


Pero si el hermano del muerto no quiere cumplir su deber en este asunto y se niega a casarse con la viuda, ella irá a la ciudad donde deliberan los ancianos de la ciudad y les dirá: “Mi cuñado no quiere hacer que continúe el nombre de su hermano. No quiere casarse conmigo”.


la viuda se acercará a él en presencia de los ancianos, le sacará la sandalia del pie y le escupirá en el rostro. Entonces ella dirá: “Esto es lo que le ocurre a un hombre que se niega a dejar descendencia a su hermano”.


Con él se fueron su esposa Noemí, y sus dos hijos Majlón y Quilión. Todos ellos efrateos.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí