tan pronto te vean los egipcios y sepan que eres mi esposa, me matarán para quedarse contigo!
Génesis 20:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Abraham respondió: ―Pensé que en este lugar no tendrían ningún respeto por Dios, y que alguien, por quedarse con mi esposa, me mataría. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer. Biblia Nueva Traducción Viviente Abraham contestó: —Yo pensé: “Este es un lugar donde no hay temor de Dios. Ellos querrán tener a mi esposa y me matarán para conseguirla”. Biblia Católica (Latinoamericana) Respondió Abrahán: 'Pensé que si no había temor de Dios en este lugar, podrían matarme por causa de mi esposa. La Biblia Textual 3a Edicion Respondió° Abraham: Porque me dije: Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por el asunto de mi mujer. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Replicó Abrahán: 'Pensé que como seguramente en este lugar no existe temor de Dios, me matarían por causa de mi mujer. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Cierto no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi esposa. |
tan pronto te vean los egipcios y sepan que eres mi esposa, me matarán para quedarse contigo!
Pero en verdad, ella sí es mi hermana, pues es hija de mi padre aunque no de mi madre. Por eso me casé con ella.
―¡Suelta el cuchillo! No le hagas ningún daño al muchacho —le dijo el ángel—. Ahora sé que de verdad tienes temor de Dios, porque no te negaste a darme a tu único hijo.
Cuando los hombres del lugar le preguntaban quién era la mujer que lo acompañaba, Isaac decía que era su hermana. Es que Rebeca era tan bonita, que Isaac tenía miedo de que los hombres de aquel lugar lo mataran si se enteraban que ella era su esposa.
Al tercer día les dijo: ―Yo soy hombre temeroso de Dios. Por eso les voy a dar una oportunidad de probar lo que afirman.
En cambio, los gobernadores que habían estado antes de mí habían exigido alimento, vino y cuatrocientos ochenta gramos de plata, y habían puesto la población a merced de sus ayudantes, quienes los maltrataban. Pero yo obedecí a Dios y no actué de esa manera.
En la tierra de Uz vivía un hombre llamado Job, hombre bueno que temía a Dios y se abstenía de lo malo.
Y esto dice él a todos los hombres: «Escuchen: temer al Señor es verdadera sabiduría; abandonar el mal es verdadero entendimiento».
¿Acaso no entienden todos los que hacen lo malo? Devoran a mi pueblo como pan; y en cuanto a orar, ¡ni pensarlo!
Lo primero que hay que hacer para empezar a ser sabios, es honrar al Señor. Sólo los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.
Con amor y verdad se perdona el pecado, y con temor del Señor se evita el mal.
entonces comprenderás lo que es honrar al Señor y encontrarás el conocimiento de Dios.
El que teme al Señor aborrece el mal; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el hablar perverso.