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Gálatas 5:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Así que les aconsejo que vivan por el poder del Espíritu. De esa manera no obedecerán los deseos de la naturaleza pecaminosa,

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Biblia Reina Valera 1960

Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Por eso les digo: caminen según el espíritu y así no realizarán los deseos de la carne.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Digo, pues: Andad en el espíritu,° y no satisfagáis los deseos apasionados de la carne.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Os digo esto: caminad en el Espíritu, y no dejéis que se cumplan los deseos de la carne.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Esto digo entonces: Andad en el Espíritu, y no cumpliréis la concupiscencia de la carne.

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Gálatas 5:16
22 Tagairtí Cros  

Por eso el Señor dijo: «No dejaré que el ser humano viva muchísimos años, porque su maldad ha aumentado. De modo que sólo lo dejaré vivir ciento veinte años».


No dejen que el pecado domine su cuerpo mortal; no lo obedezcan siguiendo sus malos deseos.


Así que a los que están unidos a Jesucristo ya no les espera ninguna condenación,


Lo más importante de todo, hermanos, es que recuerden que el tiempo que nos queda es corto. Por tal motivo, los que tengan esposa deben vivir como si no la tuvieran.


Puesto que tenemos tan grandes promesas, amados hermanos, apartémonos del mal, ya sea mal corporal o espiritual. Así en el temor de Dios procuraremos ser completamente santos.


Lo que quiero decir es lo siguiente: Dios hizo un pacto con Abraham, y ese pacto no fue cancelado ni la promesa quedó anulada por la ley que vino cuatrocientos treinta años más tarde.


El que siembra para satisfacer los apetitos de su naturaleza pecaminosa, de ella cosechará destrucción; pero quien planta lo que le agrada al Espíritu, cosechará vida eterna del Espíritu.


Nosotros mismos éramos así: obedecíamos los malos deseos de nuestra naturaleza y nos entregábamos a las perversidades de nuestras pasiones y malos pensamientos. Merecíamos ser castigados por la ira de Dios, como todos los demás.


Por estar unidos a Cristo, él los libertó de su naturaleza pecaminosa, no por medio de la circuncisión que se hace en el cuerpo, sino por medio de la circuncisión que hace Cristo.


Sean hijos obedientes, no hagan todas las cosas malas que hacían antes, cuando vivían sin conocer a Dios.


Ahora que ustedes se han purificado porque obedecen a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos, ámense con todo su corazón unos a otros,


Queridos hermanos, les pido, como si ustedes fueran extranjeros y estuvieran de paso por este mundo, que se mantengan lejos de los malos deseos que luchan contra la vida.


Por eso también se les predicó el evangelio aun a los muertos, para que, a pesar de haber sido juzgados en este mundo por lo que hicieron en vida, vivan conforme a Dios en el espíritu.