Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Éxodo 6:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

―Pero, si ni siquiera mi propio pueblo quiso oírme, ¿cómo puedo esperar que el faraón me oiga? Yo no tengo el poder de convicción —objetó Moisés.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y respondió Moisés delante de Jehová: He aquí, los hijos de Israel no me escuchan; ¿cómo, pues, me escuchará Faraón, siendo yo torpe de labios?

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

—¡Pero Señor! —contestó Moisés—, si mi propio pueblo ya no quiere escucharme, ¿cómo puedo esperar que me escuche el faraón? ¡Soy tan torpe para hablar!

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero Moisés contestó: 'Si los hijos de Israel no me hacen caso, ¿cómo me escuchará Faraón? Y eso que me cuesta expresarme.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y habló Moisés delante de YHVH, diciendo: He ahí, los hijos de Israel no me escuchan, ¿cómo me escuchará Faraón siendo yo incircunciso de labios?

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Respondió Moisés a Yahveh: 'Si no me han escuchado los israelitas, ¿cómo va a escucharme ahora el Faraón, a mí, que soy torpe de palabra?'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y respondió Moisés delante de Jehová, diciendo: He aquí, los hijos de Israel no me escuchan: ¿cómo, pues, me escuchará Faraón, siendo yo de labios incircuncisos?

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Éxodo 6:12
16 Tagairtí Cros  

―Pero, yo no soy la persona adecuada para esta tarea —le dijo Moisés a Dios.


Pero Moisés dijo: ―Si yo voy al pueblo de Israel y les digo que me envió el Dios de sus padres, ellos me preguntarán: “¿De qué Dios nos estás hablando?”. ¿Qué les diré?


Pero Moisés le respondió a Dios: ―No me creerán ni harán lo que les diga. Al contrario, me dirán: “¡El Señor no se te ha aparecido!”.


Pero Moisés insistió: ―Señor, tú sabes que nunca me he distinguido por ser un buen orador. Es un problema que tengo desde mucho antes de que tú me hablaras. ¡Me cuesta mucho trabajo expresarme bien!


Entonces el Señor les ordenó a Moisés y a Aarón que regresaran al pueblo de Israel, y se presentaran delante del faraón para exigirle que permitiera la salida del pueblo.


Este es aquel Moisés que le respondió al Señor: «Yo no puedo hacerlo. Yo no tengo el poder de convicción. ¡El faraón no me oirá!».


Entonces dije: «¡Esta es mi muerte! Porque soy un pecador de boca impura, miembro de una raza pecadora, de inmunda boca, y sin embargo he mirado al Rey, al Señor Todopoderoso».


«¡Oh Señor Dios», dije yo, «no puedo hacer eso! ¡No soy más que un muchacho! ¡Ni siquiera puedo hablar con soltura!».


Pero, ¿quién escuchará cuando yo los prevengo? Tienen los oídos tapados y se niegan a escuchar. La palabra de Dios sólo les causa molestia, para nada les gusta.


»¡Tercos! ¡Infieles! ¿Hasta cuándo van a estar resistiendo al Espíritu Santo? Claro, ¡de tal palo tal astilla!


Dios limpiará tu corazón y el de los hijos de tus hijos, para que ames al Señor tu Dios con toda tu mente y con todo tu ser, e Israel vivirá nuevamente.