Pero el Señor endureció el corazón del faraón, y este no dejó salir al pueblo.
Éxodo 3:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero yo sé que el faraón no les dará permiso, a menos que se haga sobre él mucha presión. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte. Biblia Nueva Traducción Viviente »Pero yo sé que el rey de Egipto no los dejará ir a menos que sea forzado por una mano poderosa. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo ya sé que el rey de los egipcios no los dejará ir, si no es obligado por la fuerza. La Biblia Textual 3a Edicion Sin embargo, Yo sé que el rey de Egipto no os dejará partir, sino forzado° por mano poderosa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sé muy bien que el rey de Egipto no os dejará ir sino forzado por mano poderosa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte. |
Pero el Señor endureció el corazón del faraón, y este no dejó salir al pueblo.
Por eso, aunque Moisés y Aarón hicieron estos milagros delante del faraón, el Señor le endureció el corazón para que no dejara salir al pueblo.
El Señor le había dicho a Moisés: «El faraón no oirá, y esto me dará la oportunidad de hacer portentosos milagros para demostrar mi poder».
El faraón no quería dejarnos salir, pero el Señor hizo morir a todos los primogénitos varones de Egipto, y también a las primeras crías de los animales. Por eso es que ahora dedicamos todos los varones primogénitos al Señor, pero siempre los rescatamos”.
Y el Señor le dijo: ―Cuando hayas regresado a Egipto tienes que hacer delante del faraón los milagros que te mostré. Sin embargo, yo haré que el faraón se niegue a dejar salir al pueblo.
―¿Conque esas tenemos? —replicó el faraón—. ¿Quién es el Señor para que yo tenga que obedecerlo y dejarlos ir? Yo no conozco al tal Señor, así que no dejaré salir a Israel.
―Ahora verás lo que le voy a hacer al faraón —le dijo el Señor—. Sólo por la fuerza dejará él salir a mi pueblo. Ah, pero no sólo los dejará salir, sino que los echará de la tierra de Egipto.
―Está bien, vayan —respondió el faraón—, pero no se vayan demasiado lejos. Ahora, dense prisa y oren por mí.
El faraón negó el permiso para que el pueblo saliera, tal como el Señor le había advertido a Moisés.
El faraón envió a ver si era cierto que los animales de los israelitas no morían, pero aunque comprobó que así era, permaneció firme, y no dejó salir al pueblo.