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Éxodo 3:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

―Ciertamente estaré contigo —le dijo Dios—, y esta es la demostración de que yo soy el que te envío: cuando hayas sacado al pueblo de Egipto, tú y el pueblo me adorarán sobre esta montaña.

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Biblia Reina Valera 1960

Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Dios contestó: —Yo estaré contigo. Y esta es la señal para ti de que yo soy quien te envía: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, adorarán a Dios en este mismo monte.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Dios respondió: 'Yo estoy contigo, y ésta será para ti la señal de que yo te he enviado: Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto, ustedes vendrán a este cerro y me darán culto aquí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Él dijo: Porque Yo estaré contigo, y ésta será la señal de que te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a ’Elohim sobre este monte.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Le respondió: 'Yo estaré contigo; y ésta será la señal de que yo te he enviado: cuando tú hayas sacado al pueblo fuera de Egipto, rendiréis culto a Dios en esta montaña'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Él le respondió: Ciertamente yo seré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: Cuando hayas sacado este pueblo de Egipto, servirán a Dios sobre esta montaña.

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Éxodo 3:12
43 Tagairtí Cros  

Poco tiempo después, el Señor le dijo a Abram: ―Abram, no tengas miedo, porque yo te protejo, y te voy a dar una recompensa muy grande.


Pero Abram le respondió: ―Mi Señor y Dios, ¿cómo podré estar seguro de que me la vas a regalar?


Vive en este país, y yo estaré contigo y te bendeciré, porque toda esta tierra te la daré a ti y a todos tus descendientes, tal como le prometí a Abraham, tu padre.


Entonces el Señor le habló a Jacob y le dijo: «Regresa a la tierra de tus padres y de tus parientes, y yo estaré contigo».


»”Y esta es la prueba de que haré lo prometido: »”Este año mi pueblo comerá el trigo que saldrá espontáneamente, y lo usará como semilla para las siembras del próximo año; y en el tercer año tendrán una cosecha abundante.


Finés hijo de Eleazar, fue el primer director de esta organización en tiempos antiguos, y el Señor estaba con él.


Dame una muestra de tu amor, para que los que me odian se avergüencen, porque tú, Señor, me ayudas y me consuelas.


Jetro tomó, pues, a Séfora y a sus dos nietos, y se fue al desierto a visitar a Moisés. Cuando supo que los israelitas estaban acampando junto a la montaña de Dios, le envió este mensaje a Moisés: «Yo, Jetro, tu suegro, voy a visitarte. Conmigo vienen tu esposa y tus dos hijos».


Un día, mientras Moisés pastoreaba los rebaños de su suegro Jetro, sacerdote de Madián, al otro lado del desierto, cerca de Horeb, monte de Dios,


Pero Moisés dijo: ―Si yo voy al pueblo de Israel y les digo que me envió el Dios de sus padres, ellos me preguntarán: “¿De qué Dios nos estás hablando?”. ¿Qué les diré?


Y el Señor respondió: ―Yo iré contigo y te daré descanso.


Ahora ve y haz lo que te dije, porque yo te ayudaré a expresarte bien, y te diré lo que tienes que decir.


Yo te diré lo que tienes que decirle; yo los ayudaré a ambos para que hablen bien, y les diré lo que deben hacer.


Tenemos que ir al desierto, a tres días de camino, a ofrecer allí nuestros sacrificios al Señor nuestro Dios, tal como él nos lo ha ordenado.


Entonces Dios le dijo a Ezequías: «Esta es la prueba de que yo soy quien libra del rey asirio a esta ciudad: Este año él levantará el asedio. Aunque ya es demasiado tarde para la siembra y no cuentes para este otoño con más trigo que el que por sí mismo se produzca, su rendimiento te dará semilla suficiente para el año entrante, y dentro de dos años, contando a partir de hoy, volverán a vivir en la abundancia.


No temas, pues yo estoy contigo, no te desanimes. Yo soy tu Dios, yo te fortaleceré, yo te ayudaré, yo te sostendré con mi triunfante mano diestra.


Cuando pases por aguas profundas de gran tribulación, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos no te ahogarás. Cuando pases por fuego no te quemarás, las llamas no te consumirán.


Bueno, el Señor mismo elegirá la señal: ¡Una joven dará a luz un niño! y ella le pondrá por nombre Emanuel (que significa “Dios está con nosotros”).


Y no le tengas miedo al pueblo, porque yo, el Señor, estaré contigo y te libraré en caso de peligro.


Y Moisés dijo: ―Ahora se sabrá si el Señor me ha enviado o no a hacer todas las cosas que he hecho, o si he actuado por mi iniciativa.


Él no ha visto pecado en Jacob, ni perversidad en Israel. El Señor su Dios está con ellos. Él es su rey.


y enséñenles a obedecer los mandamientos que les he dado. De una cosa podrán estar seguros: Estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.


Los discípulos salieron a predicar por todas partes. El Señor los ayudaba y confirmaba su palabra acompañándola con señales.


El poder del Señor estaba con ellos y muchas personas se hicieron creyentes y se convirtieron al Señor.


“Pero yo castigaré a la nación que los esclavice”, añadió Dios, “y mi pueblo regresará a este lugar y me adorará aquí”.


¿Qué más se puede decir? Si Dios está de parte nuestra, ¿quién podrá estar contra nosotros?


Luego, el Señor encargó a Josué hijo de Nun que fuera valiente y se esforzara, y le dijo: «Tú harás entrar al pueblo de Israel en la tierra que yo juré que les daría; yo estaré contigo».


No amen el dinero. Estén contentos con lo que tienen, porque Dios ha dicho: «Nunca te dejaré; jamás te abandonaré».


Nadie podrá hacerte frente mientras vivas, porque yo estaré contigo como estuve con Moisés; no te abandonaré, ni dejaré de ayudarte.


El ángel del Señor se le apareció y le dijo: ―Varón valiente y fuerte, el Señor está contigo.


Pero el Señor le dijo: ―Yo, el Señor, estaré contigo. Tú destruirás rápidamente las hordas madianitas.


―Si es cierto que vas a ayudarme de esa manera —dijo Gedeón—, haz una señal para probarlo; pruébame que es realmente el Señor quien me está hablando.


el ángel tocó la carne y el pan con su vara, y surgió fuego de la roca y los consumió. De pronto, el ángel desapareció.


y escucha lo que están diciendo allí. Te sentirás con más fuerzas para atacar al campamento». Entonces fue con Furá y se arrastró por la oscuridad hasta las posiciones del enemigo.


Pero si dicen: “Vengan y peleen”, eso haremos. Porque esa será la señal de Dios de que él nos ayudará a derrotarlos.