Quizá el Señor tenga en cuenta mi profundo dolor, y en vez de maldiciones envíe bendiciones sobre mí.
Éxodo 2:25 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Los miró desde lo alto y decidió ayudarlos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Miró desde lo alto a los hijos de Israel y supo que ya había llegado el momento de actuar. Biblia Católica (Latinoamericana) Y miró Dios con bondad a los hijos de Israel, y los atendió. La Biblia Textual 3a Edicion Y miró ’Elohim a los hijos de Israel, y ’Elohim los reconoció.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Miró Dios hacia los israelitas y Dios los reconoció. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios. |
Quizá el Señor tenga en cuenta mi profundo dolor, y en vez de maldiciones envíe bendiciones sobre mí.
Y el hombre le declarará a sus amigos: “Pequé, pero Dios me dejó libre.
Porque el Señor protege los pasos de los justos; pero los pasos de los impíos conducen a la perdición.
Señor, tú ves todos los problemas y el dolor que han causado. Castígalos, pues, Oh, Señor; el huérfano se encomienda en tus manos; tú eres auxilio del desvalido.
No me entregaste a mi enemigo sino que me pusiste en un lugar seguro.
Lleva tus cargas al Señor, él te sostendrá. No permitirá que el santo resbale o caiga.
Pasado el tiempo, subió al trono de Egipto un nuevo rey que no se sintió comprometido con los descendientes de José.
Moisés le contó a su suegro todo lo que había estado ocurriendo, y lo que el Señor les había hecho al faraón y a los egipcios, para librar a Israel. También le contó todos los problemas que habían tenido en el camino, y la forma en que el Señor había librado a su pueblo de todos ellos.
Sí, el clamor del pueblo de Israel ha ascendido hasta mi presencia, y he visto las pesadas tareas con que los egipcios los han oprimido.
Los ancianos creyeron que el Señor los había enviado. Y cuando supieron que el Señor los había visitado, que había visto sus sufrimientos y había decidido rescatarlos, se regocijaron, se arrodillaron y lo adoraron.
Pero yo les responderé: “A ustedes nunca los conocí. Apártense de mí, porque sus obras son malignas”.
Ella decía: «El Señor me ha mostrado su bondad haciendo que yo vaya a tener un hijo y así la gente ya no me despreciará».
He visto los sufrimientos que pasa mi pueblo en Egipto y he escuchado sus clamores. He venido a libertarlos. Ven, te enviaré a Egipto”.
E hizo este voto: «Oh Señor, Dios Todopoderoso, si miras mi dolor y respondes a mi oración dándome un hijo, yo te lo devolveré y será tuyo por toda su vida, y jamás será cortado su cabello».