Cuando Saúl murió, David regresó a Siclag y se quedó allí dos días, después de haber derrotado a los amalecitas.
Éxodo 17:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Luego, el Señor le ordenó a Moisés: «Escribe esto en un libro para que se recuerde siempre, y anuncia a Josué que borraré todo rastro de Amalec». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo. Biblia Nueva Traducción Viviente Después de la victoria, el Señor dio a Moisés las siguientes instrucciones: «Escribe esto en un rollo para que sea un recuerdo perpetuo, y léelo en voz alta a Josué: “Yo borraré por completo la memoria de Amalec de debajo del cielo”». Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Yavé dijo a Moisés: 'Escribe todo esto en un libro para que sirva de recuerdo, y dile a Josué que yo no dejaré ni el recuerdo de Amalec debajo de los cielos. La Biblia Textual 3a Edicion Dijo YHVH a Moisés: Escribe esto como recordatorio en un rollo, y ponlo en conocimiento de Josué: Yo borraré del todo la memoria de Amalec de debajo de los cielos.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh dijo entonces a Moisés: 'Escribe esto en el libro para recuerdo, y di a Josué que yo borraré totalmente la memoria de Amalec de debajo de los cielos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para un memorial en un libro, y di a Josué que borraré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo. |
Cuando Saúl murió, David regresó a Siclag y se quedó allí dos días, después de haber derrotado a los amalecitas.
Después, quinientos de estos invasores, pertenecientes a la tribu de Simeón, fueron al monte de Seír. (Sus dirigentes eran Pelatías, Nearías, Refaías y Uziel, quienes eran hijos de Isí).
Allí destruyeron a los últimos sobrevivientes de la tribu de Amalec, y se quedaron viviendo en esa tierra definitivamente.
Sin embargo, hemos quebrantado tus mandamientos nuevamente y nos hemos casado con las mujeres de estos pueblos que tienen costumbres perversas. Seguramente en tu ira nos destruirás ahora, y ni siquiera un pequeño remanente escapará.
»Todo recuerdo de su existencia perecerá en la tierra; nadie lo recordará.
»¡Ay, que con pluma de hierro se pudiera dejar grabado mi alegato en una roca para siempre!
Oh enemigos tuyos: condenados están para siempre. El Señor destruirá sus ciudades; aun el recuerdo de ellas desaparecerá.
»Este día lo celebrarán cada año (como una ley permanente), para recordar esta noche.
Esta semana de conmemoración anual nos identificará como el pueblo de Dios; será como si él hubiera puesto su sello de propiedad en nuestras manos y en nuestra frente.
Como resultado, Josué y sus soldados derrotaron al ejército de Amalec a filo de espada.
Moisés escribió todo lo que el Señor le dijo. Al día siguiente, Moisés se levantó muy temprano y construyó un altar al pie del monte, con doce columnas alrededor, pues doce eran las tribus de Israel.
También el Señor le dijo a Moisés: ―Escribe estas leyes que te doy, porque son las condiciones del pacto que hice contigo y con Israel.
Al justo se le recuerda con alegría, pero el nombre de los malvados será como algo podrido.
El Señor Dios de Israel dice: Escribe en un rollo para que conste todo lo que te he dicho.
Toma un rollo y escribe todos mis mensajes contra Israel, Judá y las demás naciones. Comienza con el primer mensaje desde los días de Josías, y escribe luego cada uno de los demás.
Entonces Balán miró hacia las tiendas del pueblo de Amalec y profetizó: «Amalec fue la primera de las naciones, pero al fin perecerá para siempre».
Moisés anotó las etapas del viaje en la forma que el Señor le había ordenado.
Moisés, entonces, escribió las leyes que ya había expresado al pueblo y se las entregó a los sacerdotes, los hijos de Leví. Los que tenían a cargo el transporte del cofre que contenía los Diez Mandamientos del Señor. Moisés también se las dio a los ancianos de Israel.
puedan decirles: “Es para recordar que el río Jordán dejó de correr cuando el cofre de Dios lo cruzó”. El monumento será para el pueblo de Israel un recuerdo permanente de este asombroso milagro».
Él te envió un mensaje y te dijo: “Ve y destruye completamente a los pecadores, a los amalecitas, hasta que todos hayan muerto”.
Tres días más tarde, cuando David y sus hombres regresaron a Siclag, encontraron que los amalecitas habían invadido el sur, atacado la ciudad y la habían quemado completamente.
David y sus hombres los atacaron y estuvieron peleando con ellos toda aquella noche y todo el día siguiente hasta la tarde. Ninguno escapó, salvo cuatrocientos jóvenes que huyeron en camellos.