El Señor bendijo mucho a José en la casa de su amo, de modo que tenía éxito en todo lo que emprendía.
Eclesiastés 12:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 No permitas que la alegría de la juventud haga que te olvides de tu Creador. Hónralo cuando joven, antes que lleguen los años malos en que ya no tengas alegría de vivir. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; Biblia Nueva Traducción Viviente No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: «La vida ya no es agradable». Biblia Católica (Latinoamericana) Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud,
antes que lleguen los días malos,
y los años que se acercan, de los cuales dirás:
'No espero más de ellos', La Biblia Textual 3a Edicion Acuérdate de tus Creadores° en los días de tu juventud, Antes que vengan los días malos, Y se acerquen los años en que digas: No tengo en ellos contentamiento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Piensa en tu Creador durante tu juventud, antes de que vengan los días malos y lleguen los años en que digas: 'No me gustan'; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años, de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; |
El Señor bendijo mucho a José en la casa de su amo, de modo que tenía éxito en todo lo que emprendía.
Por eso, el carcelero ya no se preocupaba de nada, porque José tenía cuidado de cada cosa y el Señor hacía que todas las cosas le salieran bien.
Ya tengo ochenta años y la vida ha perdido el gusto para mí. El alimento y el vino ya no me saben a nada, y ni siquiera puedo escuchar bien las voces de los cantores y cantoras. Yo sólo sería una carga para mi señor, el rey.
Todo Israel lo llorará y lo sepultarán, pero es el único miembro de la familia de Jeroboán que será sepultado, ya que él es el único de la familia que tendrá un final tranquilo.
Pero en cuanto yo me haya ido, el Espíritu del Señor se lo llevará a usted a quién sabe qué lugar, y cuando Acab venga y no lo encuentre, me matará. Usted bien sabe que yo he sido un verdadero siervo del Señor toda mi vida.
Luego, al considerar la situación, convoqué a todos los jefes y al pueblo y les dije: «No tengan miedo: Recuerden que el Señor es grande y poderoso. ¡Peleen por sus amigos, por sus familias y por sus hogares!».
¡Ah! Cierto que tienen espaldas fuertes, pero son necios inútiles, insensatos.
Vengan hijos míos, escúchenme y dejen que les enseñe el temor del Señor.
Algunos llegamos a vivir hasta setenta años, quizás algunos alcancemos hasta los ochenta. Pero aun los mejores años de entre todos ellos, están llenos de dolor y problemas; pronto pasan y nosotros pasamos con ellos.
Enséñale al niño a elegir el camino correcto, y cuando sea viejo no lo abandonará.
Aleja el sufrimiento y la pena, pero recuerda que el joven, ante el cual se extiende una vida entera, puede cometer graves errores.
Reparte tus regalos entre muchos pues no sabes si tú mismo estarás mañana en necesidad.
El que llegue a muy anciano regocíjese cada día de su vida, pero recuerde también que la eternidad es mucho más larga y que comparado con ella todo lo de este mundo es vano.
¡Oh Señor, nos deleita cumplir tu voluntad! ¡El anhelo de nuestro corazón es hacer famoso tu nombre!
Dios concedió a estos cuatro jóvenes gran facilidad para aprender y pronto ellos habían llegado a dominar toda la literatura y ciencia de aquel tiempo. Y a Daniel además le dio la habilidad de poder entender el significado de sueños y visiones.
La ocupación de rendir homenajes a los dioses extranjeros ha agotado sus fuerzas, pero ellos parecen no darse cuenta. El cabello de Efraín se está volviendo canoso y él ni siquiera se da cuenta cuán débil y viejo está. ¡No ha ganado nada de experiencia con los años!
porque tu hijo va a ser un gran hombre delante del Señor. Nunca tomará vino ni licor, y estará lleno del Espíritu Santo aun antes que nazca.
Pero Jesús llamó a los niños y les dijo a los discípulos: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de aquellos que son como ellos.
Y en cuanto a ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos. Más bien edúquenlos como quiere el Señor, con disciplina y consejos.
Recuerda siempre que el Señor tu Dios es el que te da el poder para obtener las riquezas, y él lo hace para cumplir la promesa hecha a tus antepasados.
Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, y estas te pueden dar la sabiduría que se necesita para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.
Ahora lo traigo para entregarlo al Señor para toda la vida». Y adoraron allí al Señor.
Pero el Señor le dijo: ―No juzgues al hombre por su apariencia. No, no es este. Yo no escojo como los hombres lo hacen. Los hombres juzgan por la apariencia exterior, pero yo miro el corazón.
Samuel, aunque todavía era un niño, prestaba servicio ante el Señor y usaba una túnica de lino similar a la de los sacerdotes.
El pequeño Samuel, en cambio, iba creciendo en estatura y en gracia ante todos y también ante el Señor.