El simple hombre tiene tantas probabilidades de ser sabio, como un borriquillo de nacer en forma de hombre.
Eclesiastés 11:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Aleja el sufrimiento y la pena, pero recuerda que el joven, ante el cual se extiende una vida entera, puede cometer graves errores. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que dejen de preocuparse y mantengan un cuerpo sano; pero tengan presente que la juventud —con toda la vida por delante— no tiene sentido. Biblia Católica (Latinoamericana) No dejes que la amargura se instale en ti, ni la enfermedad en tu cuerpo: ¡juventud y cabellos negros son traicioneros! La Biblia Textual 3a Edicion Aparta, entonces, la frustración de tu corazón Y aleja el mal de tu carne, Porque la mocedad y la juventud son vanidad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aparta de tu corazón la tristeza y ten lejos de tu carne el sufrimiento, porque juventud y cabellos negros presto se pasan. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad. |
El simple hombre tiene tantas probabilidades de ser sabio, como un borriquillo de nacer en forma de hombre.
»Has dictado contra mí penas amargas y me estás cobrando todas las locuras de mi juventud.
Pasa por alto los pecados de mi juventud, Señor; mírame con ojos de misericordia y perdón.
Muy breve es mi vida. Toda entera no es más que un momento para ti. ¡La existencia humana es como un soplo!
¡Simple sombra! Y sus múltiples afanes en nada paran. Amontona riqueza para que otro la derroche.
La necedad es parte del corazón juvenil, pero la vara de la disciplina la corrige.
No permitas que la alegría de la juventud haga que te olvides de tu Creador. Hónralo cuando joven, antes que lleguen los años malos en que ya no tengas alegría de vivir.
Puesto que tenemos tan grandes promesas, amados hermanos, apartémonos del mal, ya sea mal corporal o espiritual. Así en el temor de Dios procuraremos ser completamente santos.
Huye de las cosas que provocan malos pensamientos en las mentes juveniles, y dedícate a seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, y hazlo junto con los que aman al Señor con toda sinceridad.