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Eclesiastés 10:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¡Ay de la nación que tiene por rey a un niño y cuyos dirigentes están embriagados desde la mañana! Dichosa la nación cuyo rey es un noble, y cuyos dirigentes trabajan empeñosamente antes de andar en fiestas y en bebidas, a no ser para fortalecerse para sus tareas.

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Biblia Reina Valera 1960

¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey es muchacho, y tus príncipes banquetean de mañana!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¡Qué tristeza sufrirá el pueblo gobernado por un sirviente, cuyos líderes hacen fiesta desde la mañana!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¡Pobre de ti, país, cuyo rey es un muchacho y cuyos jefes están de parranda desde la mañana!

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La Biblia Textual 3a Edicion

¡Ay de ti, oh tierra, cuando tu rey es un muchacho, Y tus príncipes banquetean° de mañana!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

¡Ay de ti, país, que por rey tienes un niño y cuyos príncipes banquetean ya de mañana!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey es muchacho, y tus príncipes banquetean de mañana!

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Eclesiastés 10:16
16 Tagairtí Cros  

Si mi padre, fue recio, yo seré aún más recio. Si mi padre los azotó con látigos, yo usaré escorpiones”.


Pero se le unió una cuadrilla de bandidos, y se rebelaron contra Roboán hijo de Salomón, por cuanto era joven y cobarde, y no pudo oponerles resistencia.


Sedequías tenía veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén.


Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar, pero reinó solamente tres meses.


Joacim tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén, pero fue un rey malo, pues hizo lo que no le agrada al Señor, su Dios.


Joaquín tenía dieciocho años cuando subió al trono, pero sólo alcanzó a reinar tres meses y diez días en Jerusalén. Fue un rey malo, pues hizo lo que no le agrada al Señor.


El gobernante que no tiene entendimiento oprimirá a su pueblo; pero el que no es avaro tendrá larga vida.


Al necio le preocupa tanto el mínimo trabajo, que no tiene fuerzas para el asunto más sencillo.


¡Oh pueblo mío! ¿Acaso no ves qué necios gobernantes tienes? ¡Débiles como mujeres, necios como chicuelos jugando a que son reyes! ¿Dirigentes? ¡No; guías ineptos! Por senda florida los llevan a la destrucción.


Estoy listo a juzgarte por el mal que estás cometiendo. ¡Pronto! ¡Haz justicia a los que juzgas! Comienza a hacer lo justo antes que mi terrible enojo caiga sobre ti como un fuego que nadie puede apagar.