Pero ahora estoy aquí para contarte lo que acontecerá a tu pueblo en el futuro, pues la visión tiene que ver con ese tiempo”.
Daniel 8:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 y oí una voz humana que gritaba desde el río Ulay: “Gabriel, dile a Daniel el significado de su visión”. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a este la visión. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces oí una voz humana que exclamaba desde el río Ulai: «Gabriel, dile a este hombre el significado de su visión». Biblia Católica (Latinoamericana) y escuché una voz a orillas del Ulay que le gritaba: 'Gabriel, dale a entender la visión'. La Biblia Textual 3a Edicion Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que clamó y dijo: ¡Gabriel, haz que éste entienda la visión! Biblia Serafín de Ausejo 1975 y oí una voz humana en medio del Ulay que gritaba y decía: '¡Gabriel, explícale a éste la visión!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oí una voz de hombre entre las riberas de Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a este la visión. |
Pero ahora estoy aquí para contarte lo que acontecerá a tu pueblo en el futuro, pues la visión tiene que ver con ese tiempo”.
Ahora te diré lo que está escrito en el Libro de la Verdad. En mi lucha contra ellos sólo me ayuda el ángel Miguel, el protector de ustedes.
así que me acerqué a uno de los que estaban parados al lado del trono y le pregunté el significado de todas estas cosas, y él me las explicó:
En esta visión yo me encontraba en la ciudadela de Susa, en la provincia de Elam, parado al lado del río Ulay.
Un ángel se paró a mi lado, y yo le pregunté: «Señor, ¿para qué son todos estos caballos?». El ángel me respondió: «Te explicaré».
Le dijo: «Ve y dile a este joven: “Jerusalén llegará a tener tantos habitantes y tanto ganado, que será una ciudad sin murallas.
El ángel le contestó: ―Yo soy Gabriel y estoy al servicio de Dios. Él me envió para hablar contigo y darte estas buenas noticias.
A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel al pueblo de Nazaret, que pertenecía a la región de Galilea.
Los hombres que iban con Saulo quedaron mudos de asombro, porque escucharon la voz, pero no vieron a nadie.
¿Acaso no se dedican todos los ángeles a servir a Dios?, ¿acaso no los envía Dios para que ayuden a los que recibirán la salvación?
Cuando me volví para mirar al que me hablaba, vi siete candeleros de oro.
»Yo, Jesús, he enviado a mi ángel a anunciar estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y la descendencia de David. Yo soy la estrella resplandeciente de la mañana».