Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Daniel 8:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

2 En esta visión yo me encontraba en la ciudadela de Susa, en la provincia de Elam, parado al lado del río Ulay.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 Vi en visión; y cuando la vi, yo estaba en Susa, que es la capital del reino en la provincia de Elam; vi, pues, en visión, estando junto al río Ulai.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 En esta visión me encontraba en la fortaleza de Susa, en la provincia de Elam, de pie junto al río Ulai.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Durante esa visión vi la ciudadela de Suza, en la provincia de Elam; en esa visión me encontraba a orillas del río Ulay, y miraba desde allí.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Contemplaba en la visión que me encontraba en la ciudadela de Susa, en la provincia de Elam, y en la visión yo estaba junto al río Ulai.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Estaba yo mirando durante la visión, y me pareció hallarme en Susa, la fortaleza, situada en la provincia de Elam. Advertí en la visión que me encontraba a orillas del Ulay.

Féach an chaibidil Cóip




Daniel 8:2
24 Tagairtí Cros  

Los hijos de Sem fueron: Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram.


En esa época, Amrafel era el rey de Sinar, Arioc era el rey de Elasar, Quedorlaómer era el rey de Elam, y Tidal era el rey de Goyim.


Autobiografía de Nehemías hijo de Jacalías: En diciembre del año veinte del reinado de Artajerjes de Persia, cuando yo servía en el palacio de Susa,


Este era el año de la gran celebración en el palacio de Susa, capital del reino, a la que el emperador había invitado a todos los gobernadores, cortesanos, y jefes del ejército de todas partes de Media y Persia.


Cuando se publicó el decreto del rey, muchas jóvenes fueron llevadas a Susa, a la casa de las mujeres del rey, que estaba bajo el cuidado de Jegay. Entre esas jóvenes estaba también Ester.


El edicto fue enviado por medio de los mensajeros más rápidos del rey, después de haber sido proclamado en la ciudad de Susa. El rey y Amán se sentaron a beber, mientras que la ciudad se llenó de confusión y pánico.


Ester replicó: ―¡Nuestro enemigo y adversario es este malvado Amán! Entonces Amán se perturbó delante del rey y de la reina.


Mardoqueo se puso las vestiduras reales de azul y blanco y la gran corona de oro, con un manto de lino y púrpura, y salió de la presencia del rey por todas las calles de la ciudad, que estaban llenas de gente que le aclamaba.


Ese mismo día el rey se enteró del número de personas muertas en Susa.


Entonces los judíos de Susa se reunieron también el día catorce del mes de Adar, y dieron muerte a otros trescientos hombres, pero no se apoderaron de sus propiedades.


En aquel tiempo el Señor hará volver por segunda vez a los pocos que permanecieron fieles de entre su pueblo, trayéndolos a Israel desde Asiria, el Alto y el Bajo Egipto, Etiopía, Elam, Babilonia, Jamat y todas las lejanas tierras costeras.


Veo una espantosa visión: ¡Oh, qué horrendo! Dios me dice lo que hará: ¡los veo saqueados y destruidos! Elamitas y medos participarán en el asedio. Babilonia caerá, y entonces llegará a su fin el gemido de todas las naciones que ella esclavizó.


a los reyes de Zimri, Elam y Media;


Ezequiel, hijo de Buzí, era un sacerdote que vivía con los exiliados judíos junto al río Quebar, en Babilonia. El recibió de parte de Dios visiones que le mostraban lo que acontecería en los próximos meses y años.


»Grandes reyes de Elam yacen allí con su gente. Mientras vivían azotaron a las naciones, y ahora yacen deshechos en sus sepulcros; su destino es el mismo que aquél de la gente común y corriente.


Luego un día, a principios de abril, mientras estaba parado al lado del gran río Tigris,


»Yo estaba confundido y turbado por todo lo que había visto,


«En mi sueño vi una gran tormenta sobre el océano, con fuertes vientos que soplaban de todas las direcciones.


«En el tercer año del reinado del rey Belsasar tuve otra visión, además de la que había tenido antes.


Mientras miraba frente a mí, vi un carnero con dos cuernos largos parado a la orilla del río. Uno de estos cuernos comenzó a crecer hasta que llegó a ser más largo que el otro.


El Señor les dijo: ―Hasta con un profeta me comunicaría con visiones y sueños;


En tiempos remotos, Dios habló muchas veces y de varias maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas;


En visión, vi delante de mí aquella caballería. Los jinetes llevaban corazas de un color rojo fuego, si bien es cierto que algunas eran azul cielo y otras amarillas. Las cabezas de los caballos parecían cabezas de leones, y por el hocico echaban humo, fuego y azufre,


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí