Te cantaré un canto nuevo, Dios; te cantaré alabanzas con el arpa de diez cuerdas.
Apocalipsis 14:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Y cantaban un cántico nuevo frente al trono de Dios y delante de los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos. Los únicos que podían cantar aquel canto eran aquellos ciento cuarenta y cuatro mil redimidos de entre los de la tierra. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente Ese gran coro entonaba un nuevo canto maravilloso delante del trono de Dios y delante de los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos. Nadie podía aprender ese canto aparte de los 144.000 que habían sido rescatados de la tierra. Biblia Católica (Latinoamericana) Cantan un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro Vivientes y de los Ancianos. Y nadie podía aprender aquel canto, a excepción de los ciento cuarenta y cuatro mil que han sido rescatados de la tierra. La Biblia Textual 3a Edicion Y cantan como° un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Y nadie podía aprender el cántico, sino los ciento cuarenta y cuatro mil, los que habían sido rescatados de la tierra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cantan un cántico nuevo ante el trono y ante los cuatro seres vivientes y los ancianos y nadie podía aprender el cántico, sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cantaban como un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y ninguno podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil, los cuales fueron redimidos de entre los de la tierra. |
Te cantaré un canto nuevo, Dios; te cantaré alabanzas con el arpa de diez cuerdas.
¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Canten al Señor un cántico nuevo. Canten sus alabanzas en la comunidad de los fieles.
Ser amigo tuyo, oh Dios, es privilegio de quienes te honran. Sólo con ellos compartes los secretos de tu pacto.
Compónganle nuevos cánticos de alabanza, hábilmente acompañados en el arpa; canten con júbilo.
Me ha dado un nuevo cántico para que lo entone, con alabanzas a nuestro Dios. Ahora muchos oirán de las cosas admirables que él hizo; maravillados estarán ante el Señor, y en él pondrán su confianza.
Canten al Señor un cántico nuevo. Canten al Señor habitantes de toda la tierra.
Canten al Señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas, porque ha obtenido una gran victoria mediante su poder y santidad.
Entonen un canto nuevo al Señor; entonen sus alabanzas, todos los que habitan en los más remotos rincones de la tierra. ¡Canta, oh mar! ¡Canten todos los que moran en tierras distantes de ultramar!
Sé bien que, para los perdidos, el mensaje de la cruz es una locura, pero para los salvos, esto es, para nosotros, es poder de Dios,
El que no tiene el Espíritu no puede aceptar lo que viene del Espíritu de Dios, pues le parece una locura. No lo puede entender, porque hay que discernirlo con la ayuda del Espíritu.
Vi entonces un Cordero de pie sobre el monte Sion, acompañado de ciento cuarenta y cuatro mil personas que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.
y cantaban el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el cántico del Cordero: «Formidables y maravillosas son tus obras, Señor, Dios Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de las naciones.
El que tenga oídos, escuche lo que el Espíritu dice a las iglesias: El que salga vencedor comerá del maná escondido, y le daré una piedra blanca en la que habré grabado un nuevo nombre que sólo conoce el que lo recibe.
y dedicaron al Cordero este nuevo canto: «Eres digno de recibir el pergamino y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado y con tu sangre compraste para Dios un pueblo de entre todos los linajes, pueblos, lenguas y naciones.
Escuché el número de los que fueron sellados: ciento cuarenta y cuatro mil de todas las tribus de Israel: de Judá 12.000 de Rubén 12.000 de Gad 12.000 de Aser 12.000 de Neftalí 12.000 de Manasés 12.000 de Simeón 12.000 de Leví 12.000 de Isacar 12.000 de Zabulón 12.000 de José 12.000 de Benjamín 12.000