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Apocalipsis 14:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

4 Lo podían cantar porque se mantuvieron puros como vírgenes y porque seguían al Cordero adondequiera que iba. Aquellos fueron comprados de entre la humanidad como los primeros frutos para Dios y para el Cordero.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Ellos se han mantenido tan puros como vírgenes, y son los que siguen al Cordero dondequiera que va. Han sido comprados de entre los pueblos de la tierra como ofrenda especial para Dios y para el Cordero.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Estos son los que no se mancharon con mujeres: son vírgenes. Estos siguen al Cordero adondequiera que vaya; estos son como las primicias, pues han sido rescatados de entre los hombres para Dios y el Cordero.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Éstos son los que no se contaminaron con mujeres, porque son vírgenes; éstos son los que siguen al Cordero adondequiera que vaya; éstos fueron comprados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Éstos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Éstos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Éstos fueron rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero.

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Apocalipsis 14:4
32 Tagairtí Cros  

Vestida de finos bordados es conducida ante el rey, seguida por sus damas de compañía.


Acuérdate del pueblo que adquiriste desde tiempos antiguos, de la tribu que redimiste para que fuera tu posesión. Acuérdate de este monte Sion, que es donde tú habitas.


¡Qué fragante es tu loción, y qué agradable tu nombre! Con razón te aman todas las doncellas.


Pueden ser sesenta las reinas y ochenta las princesas, así como incontables vírgenes a mi disposición.


En aquellos días Israel era un pueblo santo, el primogénito de mis hijos. A todos los que lo perjudicaban se les culpaba gravemente, y eran castigados con mucha rigidez.


¡Cuánto van a sufrir aquellos que viven tan tranquilos en Jerusalén! ¡Cuánto van a sufrir aquéllos que viven tan seguros en Samaria! ¡Cuánto van a sufrir aquellos que se creen los más importantes del país, a quienes acuden los israelitas en busca de ayuda!


Hay personas que no se casan porque nacieron incapacitados para el matrimonio; otros no lo hacen porque los hombres los incapacitaron; y aun otros, porque no desean hacerlo por amor al reino de los cielos. El que pueda aceptar esto último, que lo acepte.


»En el reino de los cielos sucederá lo que les sucedió a las diez muchachas que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio.


En eso, un maestro de la ley de Dios le dijo: ―Maestro, te seguiré vayas adonde vayas.


Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen.


El que quiera servirme, debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará el que me sirve. Al que me sirva, mi Padre lo honrará.


Pedro insistió: ―Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Por ti estoy dispuesto a dar mi vida.


Jesús, una vez más le habló a la gente diciendo: ―Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en oscuridad, porque tendrá la luz de la vida.


Por lo tanto, ¡cuídense y cuiden el rebaño! ¡Deben pastorear la iglesia que él compró con su sangre! ¡El Espíritu Santo les ha dado a ustedes la responsabilidad de cuidarla!


¿Se acuerdan de Estéfanas y su familia? Fueron los primeros en convertirse al cristianismo en Grecia, y han dedicado sus vidas a servir a los cristianos. Les recomiendo, hermanos,


porque Dios nos compró a gran precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.


Y si de todas maneras resuelve casarse, está bien, no peca; y si una muchacha decide casarse, no es pecado. Sin embargo, el matrimonio les traerá problemas adicionales, que yo quiero evitarles.


Siento celo por ustedes, celo que Dios ha puesto en mí; anhelo que amen sólo a Cristo, como doncella pura que reserva su cariño para el hombre que la tomará por esposa.


La presencia del Espíritu Santo en nosotros es como el sello de garantía de que Dios nos dará nuestra herencia. Además, significa que Dios ya nos ha comprado y que nos salvará hasta el final. Todo esto lo hizo para que le alabemos y le demos a él la gloria.


Lo hizo así a fin de presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin manchas ni arrugas ni nada semejante, sino santa e intachable.


Afirmarán que es malo casarse y prohibirán comer ciertos alimentos que Dios ha creado para que los creyentes, los que han conocido la verdad, los coman con acción de gracias.


a la iglesia de los primogénitos inscritos en el cielo. Se han acercado a Dios, el Juez de todos; a los espíritus de los justos que han llegado a la perfección.


Él quiso darnos vida por medio de la palabra de verdad, para que fuéramos los primeros frutos de su creación.


Pero ustedes son una familia escogida, son sacerdotes reales y son una nación santa. Son un pueblo que Dios compró para que anuncien sus obras extraordinarias; él fue quien los llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.


Y se unirán para pelear contra el Cordero, pero el Cordero los vencerá porque es Señor de señores y Rey de reyes, y los que lo siguen son sus llamados, sus elegidos y sus fieles».


No vi en la ciudad templo alguno, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo.


La ciudad no necesita que el sol ni la luna la alumbren, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera.


No obstante, hay en Sardis algunas personas que no han manchado sus ropas. Por eso, porque son dignas, caminarán a mi lado vestidas de blanco.


y dedicaron al Cordero este nuevo canto: «Eres digno de recibir el pergamino y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado y con tu sangre compraste para Dios un pueblo de entre todos los linajes, pueblos, lenguas y naciones.


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