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2 Samuel 18:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

La batalla se extendió a través de todo el país, y fueron más los que se perdieron en el bosque que los que murieron a espada.

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Biblia Reina Valera 1960

Y la batalla se extendió por todo el país; y fueron más los que destruyó el bosque aquel día, que los que destruyó la espada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

La batalla se extendió con furor por todo el campo, y perecieron en el bosque más hombres que los que murieron a espada.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

La batalla prosiguió luego por todo el sector y ese día perecieron más hombres en las barrancas del bosque que en el combate.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y la batalla se extendió sobre la faz de toda aquella tierra; y el bosque mató más gente en aquel día que la que devoró la espada.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Se extendió la lucha por toda aquella región, y hubo aquel día mas gente devorada por el bosque que por la espada.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y la batalla se extendió por todo el país; y fueron más los que consumió el bosque aquel día, que los que consumió la espada.

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2 Samuel 18:8
10 Tagairtí Cros  

Los israelitas fueron derrotados por los hombres de David. Hubo una gran matanza y veinte mil hombres murieron aquel día.


Durante la batalla, Absalón se encontró de repente con algunos hombres de David, y mientras huía en su mula, pasó debajo de las ramas de una gran encina, y el pelo se le enredó en las ramas. La mula siguió su camino, pero él quedó suspendido de las ramas.


El resto huyó a refugiarse tras las murallas de Afec; pero las murallas cayeron sobre ellos y mataron a otros veintisiete mil hombres. Ben Adad huyó a la ciudad, y se escondió en una pieza interior de una de las casas.


«¡Levántate, oh Señor! ¡Sálvame, Dios mío!». ¡Rómpele la quijada a mi enemigo! ¡Rómpele los dientes a los malvados!


¡Oh Dios, defiéndeme de las acusaciones de estos implacables hombres mentirosos!


Pero el Señor sopló, y las aguas los cubrieron. Se hundieron como plomo en medio de las aguas.


Hijo mío, teme al Señor y honra al rey, y no te juntes con los rebeldes.


Porque de repente les vendrá el desastre; ¡y quién sabe cuál será el castigo del Señor y del rey!


Además, mientras el enemigo huía hacia Bet Jorón, el Señor les lanzó una lluvia de granizo que los siguió hasta Azeca. Murieron más hombres a causa del granizo que por las espadas de los israelitas.