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2 Samuel 14:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Entonces ella dijo: ―Júreme por Dios que no permitirá que nadie le haga daño a mi hijo. No deseo más derramamiento de sangre. ―Prometo por Dios —respondió él— que ni un solo cabello de tu hijo caerá a tierra.

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Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Dijo ella entonces: Te ruego, oh rey, que te acuerdes de Jehová tu Dios, para que el vengador de la sangre no aumente el daño, y no destruya a mi hijo. Y él respondió: Vive Jehová, que no caerá ni un cabello de la cabeza de tu hijo en tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Luego ella dijo: —Por favor, júreme por el Señor su Dios que no dejará que nadie tome venganza contra mi hijo. No quiero más derramamiento de sangre. —Tan cierto como que el Señor vive —le respondió—, ¡no se tocará ni un solo cabello de la cabeza de tu hijo!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ella le dijo: 'Que me prometa el rey en nombre de Yavé su Dios que el vengador de la sangre no aumentará mi pena ni hará que perezca mi hijo'. El le dijo: '¡Por Yavé que vive, no caerá en tierra un solo cabello de tu hijo!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y ella dijo: Te ruego, oh rey, que recuerdes a YHVH tu Dios, para que el vengador de la sangre° no aumente el daño ni destruya a mi hijo. Y él dijo: ¡Vive YHVH, que ni un cabello de tu hijo caerá por tierra!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ella entonces dijo: 'Pronuncie, por favor, el rey el nombre de Yahveh, tu Dios, para que el vengador de sangre no venga a aumentar la ruina y no extermine a mi hijo'. El rey declaró: '¡Por vida de Yahveh que no caerá en tierra ni un cabello de tu hijo!'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Dijo ella entonces: Te ruego, oh rey, que te acuerdes de Jehová tu Dios, que no dejes a los vengadores de la sangre aumentar el daño con destruir a mi hijo. Y él respondió: Vive Jehová, que no caerá ni un cabello de la cabeza de tu hijo en tierra.

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2 Samuel 14:11
18 Tagairtí Cros  

Pero Abram le contestó: ―Le prometí al Señor, el Dios Altísimo, creador del cielo y de la tierra, que no me quedaría con nada de lo que es tuyo, ni siquiera con un cordón o una correa de una sandalia. Así no podrás decir jamás: “Abram se hizo rico, porque se quedó con mis bienes”.


Y si tú tratas con rudeza a mis hijas, o si tomas otras esposas, yo no lo sabré, pero recuerda que Dios sí lo verá y será testigo de lo que hagas.


―No te preocupes. Si alguien te amenaza, avísame. Yo puedo asegurarte que jamás volverá a molestarte.


―Ahora, déjeme que le pida una cosa más —dijo ella. ―Habla —contestó él.


Entonces el rey llamó a Joab y le dijo: ―Bien, anda y trae a Absalón.


Entonces Salomón dijo: ―Si se comporta debidamente, no sufrirá ningún daño, pero si no, morirá.


y si juras pertenecerme sólo a mí, el Dios viviente, e inicias una vida buena, honrada y limpia, serás testimonio para las naciones del mundo y estas acudirán a mí y servirán también para difundir mi gran fama!


El vengador de la sangre personalmente dará muerte al asesino cuando lo encuentre.


golpeándole con el puño hasta darle muerte; es un asesino. El asesino será ejecutado por el vengador de la sangre cuando lo hallare.


y el vengador lo encuentra fuera de ella y le da muerte, no es un asesinato,


Pues yo les digo que hasta el último cabello de ustedes está contado.


Les ruego que coman algo, pues lo necesitan para recuperar las fuerzas. Ninguno de ustedes perderá ni un solo cabello de su cabeza.


Pero los soldados se opusieron: ―¿Jonatán, que salvó hoy a Israel, morirá? ¡De ninguna manera! Juramos por el Señor que ni un cabello de su cabeza será tocado, porque él ha obrado al lado de Dios hoy día. Así el pueblo salvó a Jonatán de la muerte.


Finalmente, Jonatán le dijo a David: ―Consuélate porque nos hemos jurado fidelidad delante de Dios y el será quien nos juzgue siempre, a nosotros y a nuestros descendientes. Entonces se separaron. David se fue por su camino y Jonatán regresó a la ciudad.


Pero Saúl le juró solemnemente que no.