Envió a investigar el nombre de ella y supo que era Betsabé, hija de Elián y esposa de Urías el hitita.
2 Samuel 12:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 y el otro muy pobre, que sólo poseía una ovejita que había logrado comprar. Esta ovejita era el encanto de sus hijos, y su dueño le daba de comer de su propio plato, la hacía beber en su propia taza, y la hacía dormir en sus brazos como si fuera una hija. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 pero el pobre no tenía más que una sola corderita, que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía como a una hija. Biblia Nueva Traducción Viviente El pobre no tenía nada, solo una pequeña oveja que había comprado. Él crio esa ovejita, la cual creció junto con sus hijos. La ovejita comía del mismo plato del dueño y bebía de su vaso, y él la acunaba como a una hija. Biblia Católica (Latinoamericana) el pobre, en cambio, sólo tenía una oveja que había comprado. La alimentaba, crecía a su lado junto con sus hijos, comía de su pan, tomaba de su copa y dormía en su regazo; era para él como una hija. La Biblia Textual 3a Edicion pero el pobre no tenía más que una corderita que había comprado, a la cual iba criando; y ella crecía juntamente con él y con sus hijos, comiendo de su pan, bebiendo de su vaso y durmiendo en su regazo, y era para él como una hija. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El pobre tenía solamente una ovejita pequeña que había comprado. Él la criaba, y ella iba creciendo con él y sus hijos; comía de su pan, bebía de su copa y aun dormía en su seno. Era para él como una hija. Biblia Reina Valera Gómez (2023) pero el pobre no tenía más que una sola corderita, que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía como a una hija. |
Envió a investigar el nombre de ella y supo que era Betsabé, hija de Elián y esposa de Urías el hitita.
―Había dos hombres en cierta ciudad: uno muy rico, que tenía muchos rebaños de ovejas y manadas de cabras;
Un día un hombre llegó a visitar al rico, pero este, en vez de matar un cordero de sus rebaños para dar de comer al viajero, tomó la ovejita del hombre pobre y con ella preparó una comida y se la sirvió al visitante.
No confíes en nadie, ni en tu mejor amigo, mucho menos en tus gobernantes. ¡Ni siquiera confíes en tu esposa!
Si un pariente cercano, o un amigo muy íntimo, o aun un hermano, hermana, hija o hijo, te sugiere que vayas y adores a dioses extraños,