Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




1 Timoteo 4:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Mientras llego, ocúpate en leer públicamente las Escrituras, en enseñar y en animar a los hermanos.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Hasta que yo llegue, dedícate a leer las Escrituras a la iglesia, y a animar y a enseñarles a los creyentes.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Mientras llego, dedícate a la lectura, a la predicación y a la enseñanza.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Mientras voy, dedícate a la lectura,° a la exhortación, a la enseñanza.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Mientras llego, dedícate a la lectura, a la exhortación, a la enseñanza.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entre tanto que vengo, ocúpate en la lectura, la exhortación, y la enseñanza.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



1 Timoteo 4:13
20 Tagairtí Cros  

»Ustedes estudian con cuidado las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. Y son ellas las que hablan de mí.


Los bereanos eran mucho más nobles que los tesalonicenses, y escucharon gustosos el mensaje. Todos los días examinaban las Escrituras para comprobar si lo que Pablo y Silas decían era cierto.


Así podremos nosotros dedicarnos a orar y a proclamar la Palabra.


si tienes el don de animar a otros, anímalos; si Dios te ha puesto para ayudar a los necesitados, hazlo generosamente; si Dios te ha concedido ser líder, dirige con mucha dedicación; y si tienes el don de mostrar compasión, hazlo con alegría.


Bien, hermanos míos, resumamos. Cuando se reúnan, unos canten, otros enseñen o comuniquen lo que Dios les haya revelado o hablen en lenguas extrañas o interpreten lo que los otros dijeron en lenguas; pero que todo sirva para la edificación de la iglesia.


En cambio, el que profetiza proclama mensajes de Dios que edifican, exhortan y consuelan a los oyentes.


Díganme ustedes, hermanos, si voy ahora y les hablo en lenguas, ¿de qué les sirve? Pero si les digo con claridad lo que Dios me ha revelado, si les comunico lo que sé, si les profetizo o les enseño, entonces sí les será útil.


Esa copia de la ley deberá estar continuamente cerca de su mano. Deberá leer ella todos los días de su vida para que aprenda a respetar al Señor su Dios y a guardar sus mandamientos.


Cuida estrechamente tus acciones y tus enseñanzas. Mantente fiel en todo ello, porque así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen.


Explica esto a los hermanos y estarás cumpliendo con tu deber como buen servidor de Cristo Jesús. Así estarás demostrando que te nutres de la fe y de las buenas enseñanzas que fielmente has seguido.


Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, y estas te pueden dar la sabiduría que se necesita para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.


Con urgencia predica la palabra de Dios; hazlo sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar.


Esto es lo que tienes que enseñar. Exhorta y reprende con plena autoridad. ¡No permitas que nadie reste importancia a tus palabras!


Que no se aparte nunca de tu boca este libro de la ley. Medita en él día y noche y obedécelo al pie de la letra. Solamente así tendrás éxito.