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2 Timoteo 4:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

2 Con urgencia predica la palabra de Dios; hazlo sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar.

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Biblia Reina Valera 1960

2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 predica la palabra de Dios. Mantente preparado, sea o no el tiempo oportuno. Corrige, reprende y anima a tu gente con paciencia y buena enseñanza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 predica la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, rebatiendo, amenazando o aconsejando, siempre con paciencia y dejando una doctrina.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Predica la Palabra, insiste a tiempo y fuera de tiempo, redarguye,° exhorta y reprende con toda paciencia y doctrina.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, increpa, exhorta, con toda comprensión y sin cejar en la enseñanza.

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2 Timoteo 4:2
36 Tagairtí Cros  

A todos les he hablado de tu justicia. Sin timidez lo he proclamado, según te consta, Señor.


«Ve a la gran ciudad de Nínive y comunícales el mensaje que te voy a dar».


¡Y dichoso el que no tropiece por causa de mí!


Al llegar ellos ante Jesús, le suplicaron: ―Ese hombre merece que hagas lo que te pide.


Jesús le respondió: ―Deja que los muertos entierren a sus propios muertos. Tu deber es ir y anunciar el reino de Dios.


Juan viajaba con ellos como ayudante. Después de predicar la palabra de Dios en la sinagoga de los judíos que había en Salamina,


El día de reposo fuimos a la orilla del río que está fuera de la puerta, donde se reunían para orar. Nos sentamos y hablamos con las mujeres que habían llegado.


El domingo nos reunimos a partir el pan y, como al siguiente día partía Pablo, estuvo hablando hasta la medianoche.


Ya en Roma, a Pablo le permitieron que viviera aparte, aunque un soldado lo vigilaba.


¿Y quién puede ir a hablarles si no lo envía nadie? De esto hablan las Escrituras cuando se expresan así: «¡Qué hermosos son los pies de los que proclaman las buenas noticias!».


Regocíjense en la esperanza, tengan paciencia si sufren y nunca dejen de orar.


Los que estudian la Palabra de Dios deben ayudar económicamente a sus maestros.


Después de todo, sirvo a la iglesia por comisión divina, que me fue dada para bien de ustedes y con el propósito de revelar el plan divino en todas partes.


Oren también para que Dios nos conceda muchas oportunidades de proclamar el mensaje, pues por ello estoy preso.


Ustedes siguieron nuestro ejemplo y el del Señor, cuando, a pesar de todo el sufrimiento, recibieron el mensaje con la alegría que da el Espíritu Santo.


Hermanos, también les rogamos que reprendan a los perezosos, animen a los desanimados, ayuden a los débiles y tengan paciencia con todos.


Mientras llego, ocúpate en leer públicamente las Escrituras, en enseñar y en animar a los hermanos.


Si de veras ha pecado, repréndelo ante la iglesia en pleno, para que nadie siga su ejemplo.


Si te mantienes limpio, serás como una vasija para ocasiones especiales, apartada y útil para el Señor, separada para usarse en toda obra buena.


Debe corregir con mansedumbre a los que se le oponen, con la esperanza de que Dios les conceda que se arrepientan y conozcan la verdad.


Pero tú conoces muy bien mis enseñanzas y sabes cómo me comporto; sabes cuáles han sido siempre mis creencias y mis propósitos. Conoces mi fe en Cristo y cuánto he sufrido por él. Sabes del amor que te profeso y de mi paciencia.


Y dijo la verdad. Por eso, repréndelos con severidad, para que se robustezcan en la fe


Esto es lo que tienes que enseñar. Exhorta y reprende con plena autoridad. ¡No permitas que nadie reste importancia a tus palabras!


Hermanos, les ruego que reciban bien estas breves palabras que les he escrito, ya que son para animarlos.


Como yo disciplino y castigo a los que amo, tendré que castigarte si no abandonas esa indiferencia y te arrepientes.


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