Al adorarte me inclino ante tu santo templo. Agradeceré a tu nombre por tu gran amor y fidelidad. Porque has exaltado tu nombre y tu palabra por sobre todas las cosas.
1 Timoteo 1:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 del glorioso evangelio que el bendito Dios me ha confiado. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado. Biblia Nueva Traducción Viviente que proviene de la gloriosa Buena Noticia, que me confió nuestro bendito Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) según el Evangelio glorioso del Dios bienaventurado, tal como a mí me fue encargado. La Biblia Textual 3a Edicion conforme al evangelio de la gloria del bienaventurado Dios, el cual me fue encomendado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 acorde con el glorioso evangelio del Dios bienaventurado, cuyo anuncio se me ha encomendado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado. |
Al adorarte me inclino ante tu santo templo. Agradeceré a tu nombre por tu gran amor y fidelidad. Porque has exaltado tu nombre y tu palabra por sobre todas las cosas.
«Gloria a Dios en las alturas, y paz en la tierra para los que gozan de su buena voluntad».
Y así, Dios juzgará en aquel día, por medio de Jesucristo, hasta los secretos de todas las personas.
Si lo hiciera por voluntad propia, recompensa tendría del Señor; pero ese no es el caso, porque Dios me escogió y me dio esta sagrada encomienda.
pues el dios de este mundo los ha cegado y no pueden contemplar la gloriosa luz de la buena noticia acerca de Cristo que brilla ante ellos. Cristo es la imagen de Dios.
Porque Dios, que dijo: «Resplandezca la luz en las tinieblas», hizo brillar su luz en nuestros corazones y nos ha hecho comprender que es el resplandor de su gloria lo que brilla en el rostro de Cristo.
Más aún, Pedro, Jacobo y Juan, indiscutibles columnas de la iglesia, reconocieron que Dios me había usado para ser apóstol entre los gentiles, de la misma manera que había usado a Pedro para predicarles a los judíos (después de todo, fue el mismo Dios el que nos capacitó). Y así, nos dieron la mano, a Bernabé y a mí, en señal de compañerismo, y nos exhortaron a continuar nuestras labores entre los gentiles mientras ellos continuaban la suya entre los judíos.
Lo hizo porque desea que nosotros, que fuimos los primeros en esperar al Mesías, celebremos su gloria.
Esto fue para que le demos la gloria a Dios por la extraordinaria gracia que nos mostró por medio de su amado Hijo.
Esto lo hizo para demostrar a las generaciones venideras la incomparable riqueza de su amor, que en su bondad derramó sobre nosotros por medio de Cristo Jesús.
Esto es así para que todos los poderes y autoridades en los cielos conozcan ahora la sabiduría de Dios, que se deja ver de tantas formas, al observar la iglesia.
Después de todo, sirvo a la iglesia por comisión divina, que me fue dada para bien de ustedes y con el propósito de revelar el plan divino en todas partes.
Al contrario, hablamos porque Dios nos aprobó y confió en nosotros para anunciar el evangelio. Nosotros no tratamos de agradar a la gente sino a Dios, que es el que conoce nuestro corazón.
Y digo la verdad, sin mentir: he sido puesto como predicador y apóstol para enseñar esta verdad a los gentiles.
A su debido tiempo Dios hará que se cumpla. Al único y bendito Soberano, Rey de reyes y Señor de señores,
Oh Timoteo, no dejes de cumplir con lo que Dios te ha encomendado. Evita las discusiones necias y mundanas y los argumentos de la falsa ciencia.
Dios me nombró apóstol suyo, con la tarea de predicar y enseñar ese mensaje.
Guarda bien la preciosa enseñanza que Dios te dio, mediante el Espíritu Santo que mora en nosotros.
Lo que me has oído decir en presencia de muchos, enséñalo a creyentes de confianza que, a su vez, lo puedan enseñar a otros.
y ahora, a su debido tiempo, ha cumplido esta promesa por medio de las buenas noticias que, por mandato de Dios, nuestro Salvador, me han sido encomendadas proclamar.