¡Qué imponentes son tus obras, oh Dios! ¡Cuán grande es tu poder! ¡Con razón se rinden tus enemigos!
1 Samuel 13:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 me dije: “Los filisteos están listos para atacarnos y no hemos pedido la ayuda del Señor”. Entonces ofrecí el holocausto sin esperar tu llegada. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 me dije: Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal, y yo no he implorado el favor de Jehová. Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que dije: “¡Los filisteos están listos para marchar contra nosotros en Gilgal, y yo ni siquiera he pedido ayuda al Señor!”. De manera que me vi obligado a ofrecer yo mismo la ofrenda quemada antes de que tú llegaras. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces me dije: Los filisteos van a bajar a atacarme en Guilgal sin que haya tenido tiempo para implorar a Yavé. Por eso decidí ofrecer un sacrificio por mi cuenta'. La Biblia Textual 3a Edicion y me dije: Los filisteos descenderán ahora contra mí en Gilgal, y yo no he apaciguado a YHVH. Así que me esforcé y ofrecí el holocausto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 me dije: 'Ahora van a bajar los filisteos contra mí a Guilgal, sin haber aplacado yo a Yahveh'. Así que me vi forzado a ofrecer el holocausto'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) me dije: Los filisteos descenderán ahora contra mí a Gilgal, y yo no he implorado el favor de Jehová. Por tanto, me vi forzado y ofrecí holocausto. |
¡Qué imponentes son tus obras, oh Dios! ¡Cuán grande es tu poder! ¡Con razón se rinden tus enemigos!
Ustedes que anhelan que el sábado termine y que las fiestas religiosas se acaben, para poder salir y comenzar a estafar de nuevo, usando sus balanzas falseadas y medidas tramposas.
Cada uno tiene que determinar cuánto va a dar. Que no sea con tristeza ni porque lo obliguen, porque Dios ama al que da con alegría.
pero Samuel le dijo: ―¿Qué es lo que has hecho? ―Bueno —respondió Saúl—, cuando vi que mis hombres estaban desertando y que tú no llegabas en el tiempo que dijiste, y que los filisteos estaban en Micmás listos para la batalla,
―Has actuado locamente —exclamó Samuel—. Has desobedecido el mandamiento del Señor tu Dios. Él quería hacer de ti y de tus descendientes reyes de Israel para siempre,
Al día siguiente, de madrugada, salió a buscar a Saúl. Alguien le dijo que había ido al monte Carmelo a edificar un monumento para sí, y que luego se había ido a Gilgal.
Samuel respondió: ―¿Se complace el Señor tanto en los holocaustos y sacrificios como en que se obedezcan sus palabras? La obediencia es mucho mejor que los sacrificios. Él prefiere que le obedezcas a que le ofrezcas la gordura de los carneros.
Doeg, el idumeo, jefe de los pastores de Saúl, estaba allí haciéndose una purificación ceremonial.