Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





1 Samuel 21:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

7 Doeg, el idumeo, jefe de los pastores de Saúl, estaba allí haciéndose una purificación ceremonial.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

7 Y estaba allí aquel día detenido delante de Jehová uno de los siervos de Saúl, cuyo nombre era Doeg, edomita, el principal de los pastores de Saúl.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Aquel día estaba allí Doeg el edomita, jefe de los pastores de Saúl, que había sido detenido delante del Señor.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Entonces el sacerdote le dio pan consagrado porque no había más pan que los panes que se retiran de delante de Yavé para reemplazarlos por pan fresco el día en que se reponen.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

7 Pero ese día se había detenido allí, delante de YHVH, uno de los siervos de Saúl llamado Doeg, edomita, jefe de los pastores de Saúl.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Dióle entonces el sacerdote pan sagrado, pues no había allí otra cosa que los panes de la presencia que habían sido retirados de delante de Yahveh, para colocar los panes recientes el día en que los otros tenían que ser reemplazados.

Féach an chaibidil Cóip




1 Samuel 21:7
21 Tagairtí Cros  

Pero cuando los pastores del lugar lo vieron lo reclamaron como suyo. ―Esta es nuestra tierra, por lo tanto el pozo es nuestro —dijeron, y disputaron con los pastores de Isaac. Por eso, Isaac llamó a ese pozo Pelea, porque habían peleado por él.


Sitray de Sarón estaba a cargo del ganado en las planicies de Sarón. Safat hijo de Adlay tenía a su cargo el ganado que estaba en los valles.


Las ovejas estaban bajo el cuidado de Jaziz el agareno. Los hombres antes mencionados eran administradores de los bienes del rey David.


También construyó fortalezas en el sur, e hizo muchos estanques de agua, porque tenía mucho ganado en los valles y en las llanuras. Fue un hombre que amaba la agricultura, y tuvo muchas haciendas y viñedos en las laderas y en los valles fértiles.


Así que vienen como si fueran sinceros y se sientan ante ti a escucharte. ¡Pero ellos no tienen ninguna intención de hacer lo que yo les diga! Hablan dulcemente de amar al Señor, pero con sus cabezas están pensando sólo en el robo.


»Nadie que no pertenezca a la familia de un sacerdote podrá comer de las ofrendas sagradas. Por eso, ni los huéspedes o jornaleros de un sacerdote podrán comer de las ofrendas sagradas.


Pero si queda viuda, o se divorcia y no tiene hijos que la sostengan, y regresa a casa de su padre, puede comer nuevamente de los alimentos de su padre. Fuera de esto, nadie que no pertenezca a la familia sacerdotal puede comer de las ofrendas sagradas.


»Cada día de descanso, el sumo sacerdote colocará doce panes, en dos hileras, sobre la mesa de oro que está delante del Señor. Cada uno de estos panes será preparado con harina de la mejor calidad, y deberá pesar unos cuatro kilos. Sobre cada hilera pondrá incienso puro. Esto será una ofrenda recordatoria, ofrecida por fuego al Señor. Con ella se recordará el pacto eterno que el Señor hizo con el pueblo de Israel.


Ustedes que anhelan que el sábado termine y que las fiestas religiosas se acaben, para poder salir y comenzar a estafar de nuevo, usando sus balanzas falseadas y medidas tramposas.


»“Este pueblo de labios me honra, pero lejos está de amarme de corazón.


Saúl estaba arando en el campo, y cuando regresó al pueblo preguntó: «¿Qué pasa? ¿Por qué están llorando?». Al enterarse de lo que habían mandado a decir los de Jabés,


Y como estaba firmemente establecido como rey de Israel, peleó contra todos los pueblos de su entorno: contra Moab, Amón, Edom, los reyes de Sobá y los filisteos. Adondequiera que iba, triunfaba.


David le preguntó a Ajimélec si tenía una espada o lanza que pudiera usar. ―Tuve que salir tan apresuradamente en este asunto del rey, que salí sin armas —exclamó David.


Ajimélec consultó al Señor para saber lo que David debía hacer, y le dio comida y la espada de Goliat el filisteo.


David exclamó: ―Me lo temía. Cuando vi a Doeg allí, pensé que se lo diría a Saúl. He provocado la muerte de toda la familia de tu padre.


Doeg el edomita, que estaba allí con los hombres de Saúl, dijo: ―Cuando yo estaba en Nob, vi a David conversando con el sacerdote Ajimélec.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí