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1 Samuel 13:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

13 ―Has actuado locamente —exclamó Samuel—. Has desobedecido el mandamiento del Señor tu Dios. Él quería hacer de ti y de tus descendientes reyes de Israel para siempre,

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

13 Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 —¡Qué tontería! —exclamó Samuel—. No obedeciste al mandato que te dio el Señor tu Dios. Si lo hubieras obedecido, el Señor habría establecido tu reinado sobre Israel para siempre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Samuel le dijo: 'Te has portado como un tonto: no cumpliste la orden que te había dado Yavé tu Dios cuando te dijo que te haría rey de Israel para siempre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Y Samuel dijo a Saúl: ¡Has actuado neciamente! No has guardado el mandamiento que YHVH tu Dios te ordenó, pues ahora YHVH hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Replicó Samuel a Saúl: 'Te has comportado como un necio. No has observado el mandato que Yahveh, tu Dios, te impuso. Yahveh estaba dispuesto a confirmar tu realeza sobre Israel para siempre.

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1 Samuel 13:13
23 Tagairtí Cros  

¿Por qué no dejaste que besara a mis nietos para despedirme de ellos? Tu manera de actuar ha sido muy extraña.


Pero después que levantó el censo, la conciencia de David comenzó a molestarle, y oró al Señor: «Lo que he hecho es terrible. Perdóname, Señor, la maldad que he cometido».


―Tú eres el que ha traído este desastre —respondió Elías—. Porque tú y tu familia se han negado a obedecer al Señor, y han adorado a Baal.


―¡Me has encontrado, enemigo mío! —exclamó Acab cuando vio a Elías. ―Sí —respondió Elías—, he venido, porque no haces otra cosa que ofender al Señor, pues solo sabes hacer lo malo.


Saúl murió porque se rebeló contra el Señor, pues no estuvo dispuesto a obedecer su palabra. Además, en vez de consultar al Señor, fue a consultar a una adivina.


Porque los ojos del Señor recorren el mundo para poner su poder en favor de quienes le son fieles. ¡Te has conducido como un insensato, y de hoy en adelante habrá guerras contra ti!».


el profeta Jehú hijo de Jananí salió a su encuentro y le dijo: «¿Por qué tenías que ayudar al malvado, y amar a los que aborrecen al Señor? Por causa de lo que has estado haciendo, la ira del Señor está sobre ti.


¿Vas a condenar a este Dios que dice a los reyes y a los nobles: “son malos e injustos”?


Al hombre lo alaban según su sabiduría, pero al de corazón perverso lo desprecian.


Por su propia necedad el hombre puede echar a perder su vida y luego echarle la culpa al Señor.


Entonces Isaías le dijo: ―Escucha este mensaje del Señor Todopoderoso:


pero ella cambia de actitud, empieza a cometer maldades y rehúsa obedecerme, también yo cambiaré de actitud y no bendeciré a esa nación como lo había dicho.


pero Ana no fue esa vez porque le dijo a su marido: ―Espera hasta que el niño haya sido destetado. Entonces yo lo llevaré y lo dejaré allí para siempre.


me dije: “Los filisteos están listos para atacarnos y no hemos pedido la ayuda del Señor”. Entonces ofrecí el holocausto sin esperar tu llegada.


«Lamento haber hecho rey a Saúl porque nuevamente me ha desobedecido». Samuel se apesadumbró cuando oyó lo que el Señor le dijo, tanto, que lloró delante de Dios toda aquella noche.


Samuel respondió: ―¿Se complace el Señor tanto en los holocaustos y sacrificios como en que se obedezcan sus palabras? La obediencia es mucho mejor que los sacrificios. Él prefiere que le obedezcas a que le ofrezcas la gordura de los carneros.


Samuel le dijo: ―¿Ves? El Señor ha rasgado de ti el reino de Israel hoy, y se lo ha dado a un prójimo tuyo que es mejor que tú.


Finalmente el Señor le dijo a Samuel: ―Basta ya de llorar a Saúl, porque lo he rechazado como rey de Israel. Toma un cuerno de aceite de oliva, ve a Belén y busca a un hombre llamado Isaí, porque a uno de sus hijos he escogido para que sea el nuevo rey.


―He hecho mal —exclamó Saúl—. Regresa, hijo mío, y no trataré más de dañarte. Tú me has perdonado la vida hoy. He sido un necio y he actuado mal, muy mal.


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