»Cuando los lleven a las sinagogas y ante los gobernantes y las autoridades, no se preocupen por lo que tengan que decir o de cómo vayan a defenderse,
1 Corintios 9:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Para los que ponen en duda mis legítimos derechos, diré lo siguiente: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Contra los que me acusan, esta es mi defensa: Biblia Nueva Traducción Viviente Esta es mi respuesta a los que cuestionan mi autoridad. Biblia Católica (Latinoamericana) Escuchen, pues, lo que replico a quienes me critican: La Biblia Textual 3a Edicion Esta es mi respuesta a los que me acusan:° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ésta es mi defensa frente a los que me acusan: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Esta es mi respuesta a los que me preguntan. |
»Cuando los lleven a las sinagogas y ante los gobernantes y las autoridades, no se preocupen por lo que tengan que decir o de cómo vayan a defenderse,
Yo les dije que no es costumbre de los romanos entregar a nadie sin que antes vea a sus acusadores y se le dé la oportunidad de defenderse.
Si alguno de ustedes tiene el don de profecía o cualquier otro don del Espíritu Santo, sabrá mejor que nadie que lo que estoy diciendo es mandamiento de Dios.
Sin embargo, hay quienes dicen que no soy apóstol. Pues si para otros no lo soy, para ustedes sí, porque ustedes son la señal que legitima mi tarea como apóstol en el Señor.
Les he escrito esta carta con la esperanza de que cuando los visite no tenga que ser duro y usar mi autoridad. Quiero emplear la autoridad que me confirió el Señor para ayudarlos a madurar y no para destruirlos.
Les presentaré las pruebas que desean tener de que Cristo habla a través de mí. Cristo no anda con debilidades al tratarlos a ustedes; al contrario, los trata con vigor.
Examínense para ver si siguen teniendo fe en el Señor. ¡Pónganse a prueba a ver si la pasan! ¿Se echa de ver que Cristo está en ustedes?
Los primeros anuncian a Cristo por interés personal y no por motivos puros, pues creen que así me harán sufrir más, ahora que estoy en la cárcel.
Está bien que yo piense así de todos ustedes, porque los llevo en el corazón. Ya sea que yo esté preso o defendiendo y confirmando el evangelio, todos ustedes participan conmigo del amor que Dios me ha dado.
La primera vez que comparecí ante el juez nadie me respaldó. Todos me desampararon. Que esto no se les tome en cuenta.