Luego tomó la copa, dio gracias y dijo: ―Tomen esto y repártanlo entre ustedes.
1 Corintios 10:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Cuando damos gracias por la copa de bendición, ¿no quiere decir que participamos de las bendiciones de la sangre de Cristo? Y cuando partimos el pan para comerlo juntos, ¿no entramos en comunión con el cuerpo de Cristo? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando bendecimos la copa en la Mesa del Señor, ¿no participamos en la sangre de Cristo? Y, cuando partimos el pan, ¿no participamos en el cuerpo de Cristo? Biblia Católica (Latinoamericana) La copa de bendición que bendecimos, ¿no es comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? La Biblia Textual 3a Edicion La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre del Mesías? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo del Mesías?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es comunión con la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? Biblia Reina Valera Gómez (2023) La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? |
Luego tomó la copa, dio gracias y dijo: ―Tomen esto y repártanlo entre ustedes.
que se congregaban regularmente para escuchar las enseñanzas de los apóstoles, tener comunión unos con otros, compartir el pan y orar.
Todos los días se reunían en el templo y en los hogares, compartían los alimentos con regocijo y sencillez de corazón
Regresó al tercer piso a partir el pan con ellos y siguió hablándoles hasta el alba. Al terminar, partió.
El domingo nos reunimos a partir el pan y, como al siguiente día partía Pablo, estuvo hablando hasta la medianoche.
Dios siempre cumple su palabra, y él los llamó a vivir unidos a su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor.
Ustedes son inteligentes. Piénsenlo y díganme si no es verdad lo que les digo.
Hemos sido bautizados en el cuerpo de Cristo por un solo Espíritu, y todos hemos recibido el mismo Espíritu. Algunos somos judíos, otros son gentiles; algunos son esclavos y otros son libres. Pero todos formamos un solo cuerpo.
pues hemos llegado a tener parte con Cristo, si somos fieles hasta el fin, tal como confiamos en Cristo al principio.
La predicamos a ustedes para que junto con nosotros participen también de la comunión que disfrutamos con el Padre y con Jesucristo, su Hijo.
Pero si, al igual que Cristo, vivimos en la luz, entre nosotros habrá compañerismo, y la sangre de Jesucristo el Hijo de Dios nos limpiará de todo pecado.