Entonces cada uno de los presentes quedó lleno del Espíritu Santo y empezó a hablar en idiomas que no conocía, pero que el Espíritu Santo le permitía hablar.
1 Corintios 1:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Unidos a Cristo, ustedes se han llenado de toda riqueza, tanto en el hablar como en el conocimiento. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; Biblia Nueva Traducción Viviente Por medio de él, Dios ha enriquecido la iglesia de ustedes en todo sentido, con toda la elocuencia y todo el conocimiento que tienen. Biblia Católica (Latinoamericana) pues en él han llegado a ser ricos de mil maneras, recibiendo todos los dones de palabra y de conocimiento La Biblia Textual 3a Edicion por cuanto en todo fuisteis enriquecidos en Él, en toda palabra y en todo conocimiento; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque por Él habéis sido enriquecidos en todo: en toda clase de palabra y de conocimiento, Biblia Reina Valera Gómez (2023) porque en todas las cosas sois enriquecidos en Él, en toda palabra y en todo conocimiento; |
Entonces cada uno de los presentes quedó lleno del Espíritu Santo y empezó a hablar en idiomas que no conocía, pero que el Espíritu Santo le permitía hablar.
Ahora bien, si el mundo entero se ha enriquecido gracias a la desobediencia de ellos, ¿cuánto más valiosa no será su plena restauración?
Sé que ustedes son sabios y bondadosos, hermanos míos, y que están capacitados para enseñarse unos a otros.
De hecho, todo lo que fue escrito hace tiempo se escribió para enseñarnos, a fin de que, con el consuelo y la constancia que las Escrituras nos dan, mantengamos la esperanza.
A otros les concede el poder de realizar milagros; y a otros el don de profetizar. A unos les da el poder de discernir entre un espíritu malo y el Espíritu de Dios; a otros les concede que puedan hablar en diversas lenguas y aun a otros les da el don de interpretar esas lenguas.
A unos, Dios les da por medio del Espíritu la capacidad de impartir consejos sabios; otros tienen el don de hablar con mucho conocimiento; y es el mismo Espíritu el que se lo ha dado.
Si tengo el don de profecía y sé absolutamente de todo, y no tengo amor, no soy nada. Y si tengo una fe tan grande que puedo hacer que los montes cambien de lugar, de nada me servirá sin amor.
Un día se dejará de profetizar y de hablar en lenguas, y el saber ya no será necesario, pues sabemos muy poco y profetizamos imperfectamente; pero siempre existirá el amor.
Bien, hermanos míos, resumamos. Cuando se reúnan, unos canten, otros enseñen o comuniquen lo que Dios les haya revelado o hablen en lenguas extrañas o interpreten lo que los otros dijeron en lenguas; pero que todo sirva para la edificación de la iglesia.
Si es así, ese hermano de conciencia débil, por quien Cristo murió, se perderá por culpa de tu conocimiento.
Porque Dios, que dijo: «Resplandezca la luz en las tinieblas», hizo brillar su luz en nuestros corazones y nos ha hecho comprender que es el resplandor de su gloria lo que brilla en el rostro de Cristo.
Tenemos el corazón adolorido, pero a la vez no nos falta el gozo. Parecemos pobres, pero enriquecemos a muchos; no tenemos nada, y, sin embargo, somos dueños de todo.
Ustedes son paladines en muchas cosas: en su fe en Dios, en buena predicación, en conocimiento, en dedicación al servicio y en amor hacia nosotros. Ahora deseo que se pongan a la cabeza en la gracia de dar.
Sí, Dios les dará a ustedes en abundancia para que puedan dar en abundancia; y cuando entreguemos las dádivas de ustedes a los que las necesitan, prorrumpirán en acción de gracias a Dios.
Esto lo hizo para demostrar a las generaciones venideras la incomparable riqueza de su amor, que en su bondad derramó sobre nosotros por medio de Cristo Jesús.
Aunque soy el más pequeño de todos los que son parte del pueblo santo, Dios me concedió, por su amor, la misión de anunciar a las naciones el tesoro incalculable de Cristo.
Oren también por mí. Pidan a Dios que ponga en mi boca las palabras que debo decir, para que con valor anuncie las buenas nuevas que Dios había mantenido en secreto.
Lo que pido en mis oraciones es que el amor de ustedes sea cada vez más grande y que su conocimiento y buen juicio crezcan,
En él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Ya se pusieron una ropa nueva, que es la nueva vida que se renueva todo el tiempo hasta que llegue a parecerse a su Creador.
El que es sabio y entendido entre ustedes es el que lo demuestra con su buena conducta, y con acciones hechas con humildad y sabiduría.
Más bien, crezcan en el amor y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea dada la gloria ahora y hasta la eternidad! Amén.