Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





1 Corintios 1:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

6 Todo lo que les dije de Cristo se ha confirmado en ustedes,

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

6 así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Eso confirma que es verdad lo que les dije acerca de Cristo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

6 a medida que se afianzaba entre ustedes el mensaje de Cristo.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

6 así como el testimonio del Mesías fue confirmado en vosotros;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 como corresponde a la firmeza con que ha sido mantenido entre vosotros el testimonio de Cristo.

Féach an chaibidil Cóip




1 Corintios 1:6
24 Tagairtí Cros  

Los discípulos salieron a predicar por todas partes. El Señor los ayudaba y confirmaba su palabra acompañándola con señales.


Ahora, díganme, si Dios mismo les dio a los gentiles el mismo don que nos dio a nosotros cuando creímos en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para oponerme a Dios?».


El poder del Señor estaba con ellos y muchas personas se hicieron creyentes y se convirtieron al Señor.


Después que Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, se dedicó por entero a predicar la palabra y a testificar entre los judíos que Jesús era el Mesías.


A judíos y gentiles les he dado testimonio de que necesitan arrepentirse de sus pecados y tener fe en nuestro Señor Jesucristo.


No me importa cuánto haya de sufrir ni trato de salvar mi vida. Lo único que me importa es terminar con gozo mi carrera y la tarea que me señaló el Señor Jesús: dar testimonio del inmenso amor de Dios.


Vi al Señor que me decía: “¡Date prisa! Sal en este momento de Jerusalén, porque no creerán lo que digas acerca de mí”.


A la noche siguiente, el Señor se le apareció a Pablo y le dijo: ―Ánimo. De la misma manera que has hablado de mí en Jerusalén, hablarás en Roma.


Entonces pusieron una fecha para reunirse con Pablo, y llegaron muchos a la casa donde él vivía. Desde la mañana hasta la tarde él les estuvo hablando acerca del reino de Dios. Usó desde la ley de Moisés hasta los profetas para convencerlos acerca de Jesús.


También por medio de los milagros y señales poderosas que he realizado mediante el poder del Espíritu de Dios. He estado predicando el evangelio de Cristo por todas partes, desde Jerusalén hasta Iliria.


Estando entre ustedes demostré ser apóstol de veras, pues hice constantemente las señales propias de un apóstol: milagros, maravillas y obras poderosas.


Díganme, ¿les otorga Dios el poder del Espíritu Santo y realiza maravillas entre ustedes porque tratan de obedecer la ley? ¿O lo hace porque creen en el mensaje?


Así será cuando venga en aquel día a recibir honra y admiración de su pueblo, de sus santos. Ustedes estarán entonces con él, porque creyeron el mensaje que les llevamos.


Él dio su vida en rescate por todos. Este es el mensaje que Dios, a su debido tiempo, dio a conocer al mundo.


Así que no te avergüences de hablar de nuestro Señor, ni de mí, que estoy preso por la causa de Cristo. Al contrario, debes ser capaz de sufrir por el evangelio, pues Dios te dará fuerzas.


Juan puso por escrito la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo, y narró con veracidad todo lo que vio y oyó.


Yo, Juan, hermano de ustedes y compañero en el sufrimiento, en el reino y en la fortaleza que nos da Jesucristo, un día del Señor estaba en la isla de Patmos, a donde me habían desterrado por predicar la palabra de Dios y contar lo que sé de Jesucristo. Entonces quedé bajo el poder del Espíritu y escuché detrás de mí una voz que, estridente como toque de trompeta,


Ellos lo vencieron con la sangre del Cordero y por el mensaje del que dieron testimonio, pues teniendo en poco sus vidas, no evitaron la muerte.


Furioso al darse cuenta de esto, el dragón se propuso atacar a los demás hijos de la mujer, que son los que guardan los mandamientos de Dios y dan testimonio de Jesús.


Entonces me postré a sus pies para adorarlo, pero me dijo: «¡No! ¡No lo hagas! Soy un siervo al igual que tú y tus hermanos que proclaman fielmente su fe en Jesús. Adora sólo a Dios. El propósito de las profecías es dar testimonio de Jesús».


El Cordero abrió el quinto sello. Vi entonces debajo del altar a las personas que habían muerto por predicar la palabra de Dios y por ser fieles testigos.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí