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Hechos 2:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

4 Entonces cada uno de los presentes quedó lleno del Espíritu Santo y empezó a hablar en idiomas que no conocía, pero que el Espíritu Santo le permitía hablar.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Y todos los presentes fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otros idiomas, conforme el Espíritu Santo les daba esa capacidad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía hablar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Todos ellos se sintieron llenos de Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diversas lenguas, según como el Espíritu les concedía expresarse.

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Hechos 2:4
55 Tagairtí Cros  

“El Espíritu del Señor habló por mí y su palabra estuvo en mi lengua”.


Pero no quieren escuchar, ¡el único idioma que entienden es el castigo! Por eso Dios los castigará enviando contra ellos extranjeros que hablan extraña jerga, ¡sólo así le escucharán!


El Señor dice así: Yo hago un pacto con ustedes y les prometo que mi poder y mis enseñanzas nunca se apartarán de ustedes ni de sus descendientes.


Por todo esto estoy lleno de la cólera, dice el Señor, y se me acabó la paciencia para seguir conteniéndola. La derramaré sobre Jerusalén, aun sobre los niños que juegan en las calles, sobre las reuniones de jóvenes, sobre los esposos y las esposas y los abuelos.


Luego ve a tus compatriotas en el exilio y, escuchen o no, diles: “Esto es lo que el Señor Dios dice”».


En cambio, yo estoy lleno de poder, de justicia y de fuerza. Estoy lleno del Espíritu del Señor para denunciar sin temor todas las maldades y la desobediencia de Israel.


»Cuando los arresten, no se preocupen por lo que vayan a decir en el juicio, porque en el momento oportuno se les pondrá en la boca lo que tengan que decir.


Y estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas lenguas,


porque tu hijo va a ser un gran hombre delante del Señor. Nunca tomará vino ni licor, y estará lleno del Espíritu Santo aun antes que nazca.


Cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó dentro de ella. Entonces Elisabet, llena del Espíritu Santo,


Entonces Zacarías, su padre, lleno del Espíritu Santo, dijo esta profecía:


porque el Espíritu Santo les enseñará en ese momento lo que deben decir».


pues yo les daré las palabras adecuadas y sabias para responder, y ninguno de sus enemigos podrá estar en contra de ustedes ni contradecirlos.


Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo llevó al desierto.


Pero el Consolador, el Espíritu Santo, vendrá en mi nombre porque el Padre lo enviará. Él les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que les he dicho.


Luego sopló sobre ellos y les dijo: ―Reciban el Espíritu Santo.


―Juan los bautizó con agua —les recordó—, pero dentro de poco ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.


Sin embargo, cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes recibirán poder para ser mis testigos no sólo en Jerusalén, sino también en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.


pues los oían hablando en lenguas y alabando a Dios. Entonces Pedro respondió:


―¿Quién puede oponerse a que yo bautice con agua a estas personas que han recibido el Espíritu Santo de la misma forma como lo recibimos nosotros?


»Pues bien, cuando apenas estaba comenzando a contarles las buenas noticias, el Espíritu Santo cayó sobre ellos de la misma forma en que cayó sobre nosotros al principio.


Bernabé era bondadoso, lleno del Espíritu Santo y de fe. Un gran número de personas fue añadido al Señor.


Y sus discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo.


Entonces Saulo (que también se llama Pablo), lleno del Espíritu Santo, clavó los ojos en el mago y le dijo:


Dios, que conoce los corazones humanos, nos demostró que aceptaba a los gentiles al otorgarles el Espíritu Santo de la misma forma en que nos lo había otorgado a nosotros.


Y cuando Pablo les puso las manos sobre la cabeza, el Espíritu Santo vino sobre ellos y hablaron en lenguas y profetizaron.


Sin embargo, cada cual los oye relatar en su propia lengua los grandes milagros de Dios.


Acto seguido aparecieron lengüetas de fuego que se les fueron posando a cada uno en la cabeza.


Después de esta oración, el edificio donde estaban reunidos se estremeció y quedaron llenos del Espíritu Santo, y se entregaron a predicar con arrojo el mensaje de Dios.


Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les respondió: ―Distinguidos dirigentes y ancianos del pueblo:


Por lo tanto, hermanos, seleccionen de entre ustedes a siete hombres sabios, llenos del Espíritu Santo y que gocen de buena reputación, y pongámoslos al frente de este trabajo.


La asamblea en pleno aprobó la recomendación. Eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, y también a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, un converso de Antioquía.


Esteban, lleno de la gracia y del poder de Dios, realizaba grandes milagros y señales asombrosas entre el pueblo.


Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, elevó los ojos al cielo y contempló la gloria de Dios y a Jesús a la derecha de Dios.


Entonces Pedro y Juan pusieron las manos sobre los creyentes y ellos recibieron el Espíritu Santo.


Ananías obedeció. Al llegar a donde estaba Saulo, le puso las manos encima y le dijo: ―Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.


Hermanos míos, mi deseo es que el Dios que les concedió esperanza los inunde siempre de felicidad y paz al creer en él. Y le pido a Dios que los haga rebosar de esperanza por el poder del Espíritu Santo.


A otros les concede el poder de realizar milagros; y a otros el don de profetizar. A unos les da el poder de discernir entre un espíritu malo y el Espíritu de Dios; a otros les concede que puedan hablar en diversas lenguas y aun a otros les da el don de interpretar esas lenguas.


Si yo tengo el don de hablar en lenguas humanas o angélicas y no tengo amor, soy como un metal que resuena o un platillo que hace ruido.


Un día se dejará de profetizar y de hablar en lenguas, y el saber ya no será necesario, pues sabemos muy poco y profetizamos imperfectamente; pero siempre existirá el amor.


Gracias a Dios, puedo hablar en lenguas más que cualquiera de ustedes.


Ojalá todos pudieran hablar en lenguas, pero preferiría que profetizaran, porque este es un don superior al hablar en lenguas, a menos que después de hablar interpreten lo que estaban diciendo para que la iglesia sea edificada.


No se embriaguen, pues no se podrán controlar; más bien dejen que el Espíritu Santo los llene y controle.


Sobre todo, oren a Dios en todo tiempo. Y cuando lo hagan, sean dirigidos por el Espíritu. Manténganse bien despiertos y vigilantes, y no dejen de orar por todo el pueblo santo de Dios.


A ellos se les hizo saber que no se estaban sirviendo a ellos mismos, sino a ustedes. Los profetas hablaban de las cosas que ahora les han anunciado a ustedes los que les predicaron el evangelio con el poder del Espíritu Santo que fue enviado desde el cielo. Los mismos ángeles quisieran contemplar estas cosas.


porque los profetas no hablaron por su propia iniciativa. Ellos hablaron de parte de Dios, y fueron inspirados por el Espíritu Santo.


―¿Cómo te atreves a venir aquí borracha? —le dijo—. ¡Deja ya tu borrachera!


Al llegar Saúl y su criado al monte de Dios, vieron a los profetas que descendían hacia ellos y el Espíritu de Dios descendió sobre Saúl y él también comenzó a profetizar.


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