tú conoces mi sentarme y mi levantarme; entiendes de lejos mis pensamientos.
Mateo 9:4 - Biblia Version Moderna (1929) Mas Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús sabía lo que ellos estaban pensando, así que les preguntó: «¿Por qué tienen pensamientos tan malvados en el corazón? Biblia Católica (Latinoamericana) Pero Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: '¿Por qué piensan mal?' La Biblia Textual 3a Edicion Y viendo° Jesús sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y penetrando Jesús sus pensamientos, dijo: '¿Por qué estáis pensando mal en vuestro corazón? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? |
tú conoces mi sentarme y mi levantarme; entiendes de lejos mis pensamientos.
¿Dios no hubiera de pedir cuenta de esto? porque él conoce los secretos del corazón.
¶Así dice Jehová el Señor: Sucederá que en aquel día subirán proyectos en tu corazón, y tramarás un designio perverso;
Jesús, pues, que conocía los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, se destruye; y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.
¿daremos, o no daremos? Mas él, conociendo la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? traedme un denario, para que lo vea.
Y luego, conociendo Jesús en su espíritu que discurrían entre sí de esta manera, les dice: ¿Por qué discurrís tales cosas en vuestros corazones?
Mas él, que conocía los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, se destruye; y casa dividida contra casa, cae.
Mas Jesús, que conocía los pensamientos de ellos, respondióles, diciendo: ¿Qué discurrís en vuestros corazones?
Mas él conocía sus pensamientos, y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él, poniéndose en pie, se estuvo esperando.
Y respondiendo Jesús, le dijo: Simón, tengo una cosa que decirte. Y él dice: Di, Maestro.
Jesús percibía que deseaban preguntarle; y les dijo: ¿Inquirís entre vosotros respecto de esto que dije: Un poco, y no me veréis; y otra vez un poco y me veréis?
Ahora conocemos que tú sabes todas las cosas, y no has menester que nadie te pregunte; por esto creemos que has salido de con Dios.
Le dice por tercera vez: ¿Simón, hijo de Jonás, me quieres? Contristóse Pedro de que le hubiera dicho la tercera vez: ¿Me quieres? y le dijo: ¡Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que yo te quiero! Dícele Jesús: Apacienta mis ovejas.
Jesús empero, conociendo en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza?
Mas hay algunos de vosotros que no creen. Pues desde el principio sabía Jesús quiénes eran los que no creían, y quién era aquel que le había de entregar.
Pedro entonces le dijo: ¿Cómo es que habéis convenido entre vosotros para tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que sepultaron a tu marido, y a ti también te sacarán.
Y mataré a sus hijos de peste; y conocerán todas las iglesias que yo soy Aquel que escudriña los íntimos pensamientos y los corazones; y daré a cada uno de vosotros conforme a vuestras obras.