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2 Pedro 1:16 - Biblia Version Moderna (1929)

¶Porque no fuimos seguidores alucinados de fábulas ingeniosas, cuando os dimos a conocer el poder y advenimiento de nuestro Señor Jesucristo, sino que fuimos testigos de vista de su majestad:

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Biblia Reina Valera 1960

Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pues no estábamos inventando cuentos ingeniosos cuando les hablamos de la poderosa venida de nuestro Señor Jesucristo. Nosotros vimos su majestuoso esplendor con nuestros propios ojos

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Biblia Católica (Latinoamericana)

En efecto, no hemos sacado de fábulas o de teorías inventadas lo que les hemos enseñado sobre el poder y la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor. Con nuestros propios ojos hemos contemplado su majestad

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de Jesús el Mesías, nuestro Señor, siguiendo fábulas artificiosas, sino como testigos oculares de su majestad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pues os dimos a conocer el poder y la parusía de nuestro Señor Jesucristo, no siguiendo sutiles mitos, sino en cuanto testigos oculares de su grandeza.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, siguiendo fábulas artificiosas; sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.

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2 Pedro 1:16
40 Tagairtí Cros  

¿Pero quién es capaz de soportar el día de su advenimiento? ¿y quién podrá estar en pie cuando él apareciere? porque será como el fuego del acrisolador, y como el jabón de los bataneros;


He aquí que os voy a enviar a Elías profeta, antes que venga el día grande y tremendo de Jehová.


Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles; y entonces dará a cada uno conforme a sus hechos.


En verdad os digo: Hay algunos de los que están aquí, que no probarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su reino.


Y DESPUESde seis días Jesús toma consigo a Pedro, y a Santiago y a Juan su hermano, y los hace subir aparte a un monte alto;


Porque como el relámpago sale del oriente, y se ve lucir hasta el occidente, así será la venida del Hijo del hombre.


¶Y estando él sentado en el Monte de los Olivos, los discípulos vinieron a él reservadamente, diciendo: Dinos, ¿cuándo será esto? ¿y qué señal habrá de tu venida, y de la consumación del siglo?


Acercándose entonces Jesús, les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y sobre la tierra.


Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo entre nubes, con gran poder y gloria.


Jesús le dijo: Lo soy; y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder divino, y viniendo con las nubes del cielo.


según nos las entregaron aquellos que desde el principio fueron testigos de vista y ministros de la palabra,


Y todos estaban atónitos de la grandeza de Dios. ¶Empero mientras todos se maravillaban de todas las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:


¶Y el Verbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su glorila, gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.


según le has dado poder sobre toda carne, para que a todos aquellos que le has dado, les dé vida eterna.


que fué declarado ser Hijo de Dios, con poder, según el espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos,)


Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no empero con sabiduría de palabras, para que no sea hecha de ningún efecto la cruz de Cristo.


mas nosotros predicamos un Mesías crucificado, tropezadero para los judíos, y para los gentiles insensatez;


de manera que no sois inferiores a las demás iglesias en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo;


Y YO, hermanos, cuando fuí a vosotros, no fuí con excelencia de palabra, proclamándoos el testimonio de Dios:


Y mi palabra y mi predicación no fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y con poder:


y he determinado, que en el nombre de nuestro Señor Jesús, estando reunidos en uno, vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesús,


Pues no somos como los muchos que conocéis que hacen un comercio de la palabra de Dios; sino al contrario, como hombres de sinceridad, y como de Dios, delante de Dios, hablamos en Cristo.


Antes bien, hemos renunciado a las obras encubiertas de vergüenza, no andando en astucia, ni falsificando la palabra de Dios, sino al contrario, recomendándonos a toda conciencia humana, por la manifestación de la verdad, en la presencia de Dios,


para que ya no seamos niños, fluctuando de acá para allá, y llevados en derredor por todo viento de enseñanza, por medio de las tretas de los hombres, y su astucia en las artes sutiles del error;


el cual transformará nuestro vil cuerpo, para que sea hecho semejante a su cuerpo glorioso, según la operación de aquel poder con que puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.


Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o regocijo, o corona en que nos gloriamos? ¿no lo sois vosotros mismos, delante de nuestro Señor Jesucristo al tiempo de su advenimiento?


es decir, aquel cuyo advenimiento es según la operación de Satanás, con todo poder, y con señales, y con maravillas mentirosas,


ni se ocupasen en fábulas y genealogías interminables, que promueven disputas, más bien que edificación divina, así ahora vuelvo a rogarte lo mismo.


Rechaza empero las fábulas profanas y de viejas; mas ejercítate en la práctica de la piedad:


no prestando atención a fábulas  judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.


También en avaricia, con palabras engañosas, harán tráfico de vosotros; el juicio de los cuales ya de largo tiempo atrás no se tarda, y su destrucción no se duerme.


Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo.


¶Y también de éstos profetizó Enoc, el séptimo contando desde Adam, diciendo: ¡He aquí que viene el Señor, con las huestes innumerables de sus santos ángeles,


He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá; y también aquellos que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra plañirán a causa de él.  Así sea. Amén.